Capitulo 61

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La brisa que entra por mi ventana acaricia mi espalda desnuda, la toalla absorbe la humedad de mi cuerpo y mi ojos permanecen fijos en el armario, llevo 10 minutos frente a él sin saber que tomar

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La brisa que entra por mi ventana acaricia mi espalda desnuda, la toalla absorbe la humedad de mi cuerpo y mi ojos permanecen fijos en el armario, llevo 10 minutos frente a él sin saber que tomar.

Decido caminar hacia el baño para preparar mi rostro por mientras, tal vez así sepa que colocarme; mi mente esta más lenta de lo normal, anoche con Saba nos quedamos hasta tarde hablando de todo lo que pasó y llegamos a la misma conclusión, Madison es una dolida, no me van a dejar pelear más y no hay que hacer enojar a Kalen.

Termino de rizar mis pestañas para ahora si caminar hacia el armario, primero me coloco mi ropa interior y ya por fin con alguna idea agarro las prendas; tomo unos jeans anchos con un estampado de rosas en las parte de los bolsillos traseros, una polera de tiritas negras que me llega un poco más arriba del ombligo, unas mangas de lana que solo cubren mis clavículas de color blanco y las nike básicas, mi pelo está algo alborotado hoy así que me lo amarro con unas pinzas blancas algo rápido y termino por colocarme algo de perfume para dirigirme hacia el salón; saludo a todos mientras me siento topándome con los hermanos más felices que nunca.

- ¿pasa algo hoy?.

- solo que ya falta cada vez menos para Halloween.

¿Qué? ¿Enserio ya ha pasado tanto tiempo?

- ¿enserio? – los hermanos asienten – y ¿por esa la felicidad que los irradia?- vuelven a asentir.

- todos los años hacemos fiestas.

- son una locura y este año no será la excepción – la rubia toma de su taza sonriéndome como el gato de Alicia.

- supongo que los ayudare para realizar la fiesta – los hermanos vuelven a asentir – y tendré que ver el disfraz – hacen el mismo gesto – okey entendido, pero dejen de asentir a la vez porque da miedo.

Solo se ríen, entre anécdotas que me cuentan por las anteriores fiestas me llego a imaginar que tan grande son, el desayuno transcurre rápido o así lo sentí yo, mi pan ya está frio y mi taza a la mitad, por tanta conversa se me olvidó que estaba comiendo; me levanto dejando todo en la cocina cuando me llega un mensaje de Kalen avisando que ya está afuera, camino hacia mi baño para lavarme los dientes y buscar mi bolso, antes de salir por la puerta me despido de los hermanos junto a Lucia.

- holis – me acerco hasta quedar a su lado, le beso la mejilla y ambos nos colocamos el casco para acomodarnos y comenzar el trayecto hacia el instituto.

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Me encuentro totalmente concentrada escribiendo en mi libreta todo lo que el profe está explicando, llevamos 40 minutos y ya estoy algo agobiada con tantos datos; el sonido de los parlantes que hay en los extremos del salón nos desconcentra a todos incluido el docente.

Inefable CambioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora