6. Dungeon

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Holaaa, les habla la autora. Hoy tenemos narraciones en primera persona, espero lo disfruten. Si gustan comentar se los agradecería, siempre es lindo leerlos. 

Disfruten el capítulo. 

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Juan

—¿Ya llevan todo? Empaqué algunas barras de energía, manzanas y un poco de carne seca, creo que será suficiente. Revisen antes de irse —dice Missa, marcando palomitas en la lista que hizo. Los demás se preparan para salir. 

Se ven algo emocionados, sobre todo Shadoune, le entusiasma explorar. Rubius se ve concentrado y Spreen... Spreen está como siempre. 

Me dirige una mirada que no sé interpretar, no insisto en decirles que no vayan, son demasiado tercos para escucharme. Al menos les advertí, pero eso no me impide deshacerme del nudo que se ha formado en mi estómago. Antes de irse, todos se despiden de Missa y a mí me dan ligeros apretones. Excepto Quackity, que me abraza. 

Y luego está Spreen... 

—Cuídate, gafotas.

Respondo con un asentimiento, me mira unos segundos más y luego todos parten. 

Missa da un aplauso y empieza a decirme los planes del día, todos son dentro de casa, por supuesto. 

El tiempo pasa rápido, a la mañana siguiente desayunamos en un silencio para nada incómodo.  El resto del día nos pasamos haciendo tareas del hogar nada difíciles, llega la noche y comemos la cena que Missa preparó. Todo va tranquilo hasta que... 

«Rubius está sangrando...» 

Missa me mira, ambos tragamos saliva y sacamos las radios, esperando algo. Pero nada llega. 

«Spreen está sangrando...»

Missa tensa la mandíbula y cierra los ojos. Ninguno se atreve a hablar, pero ambos lo sabemos. Salió mal. Shadoune es el siguiente en aparecer en el intercomunicador. Y entonces todo se va a la mierda, anuncian la primera muerte. 

Rubius ha caído. 

Esperamos las siguientes, pero no llegan. Eso solo significa una cosa: siguen vivos.  

—Rubius me mandó mensaje, está en el spawn. Dice que no nos preocupemos, le dirá a Xokas que le lleve algo de armadura y volverá con los chicos —me explica. Asiento hacia él.

Apenas pasan unos segundos cuando la estática de las radios nos ponen alerta. Esperamos 2 segundos, 3 segundos, 4 segundos y...

—Lo tenemos. 

La voz de Spreen rompe la tensión, Missa suelta un respiro de alivio, pero yo no puedo sentirme menos angustiado. 

—¿Qué es? —pregunta a mi lado, le agradezco mentalmente, mi curiosidad se asoma. 

—Un libro, no nos pareció importante al principio, de no ser por la luz verde que emite desde dentro cada vez que nos acercamos —explica, se escucha agitado.

—Y todas las trampas que lo rodeaban —agrega Shadoune. 

—Perfecto chicos, regresen con cuidado, le avisaré a Rubius que venga directo a casa —apenas finaliza, un rayo cae cerca de la ventana donde Missa y yo estamos, asustándonos. Spreen y Shadoune escuchan todo el caos que viene después. 

Seguido de más rayos, comienzan a spawnear criaturas dentro de casa. Veo el pánico en los ojos de Missa, justo antes de tirarlo al suelo. Una flecha atraviesa el aire, cortando el silencio con un silbido mortal, aterrizando justo donde su cabeza estaba un segundo antes.

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⏰ Última actualización: Aug 20 ⏰

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El chico del pantano | Spruan | Mc Extremo 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora