Éramos infinitos

Kalopsia

Kalopsia (griego): Ilusión de creer que algo es más bonito de lo que realmente es.

Violeta's POV

El viento helado entró a través de una pequeña grieta de vidrio entreabierto y tocó la piel expuesta de mi brazo izquierdo que estaba apoyado contra el marco de la ventana. A las cinco de la mañana, había pocos signos de sol, si es que los había, excepto por el clima especialmente más frío y la noche en su hora oscura más profunda que predecía que el sol aparecería pronto.
No había pasado más de una hora desde que me dormí y me desperté de nuevo, despertado por una angustiosa pesadilla. Dormir de nuevo fue tan angustioso que, entonces, había decidido sentarme en la amplia repisa de la ventana principal de la habitación y esperar el momento en que técnicamente se suponía que debía despertar.
Respiré el aire, con olor a plantas otoñales quemadas, que venía de afuera y lo dejé correr por mis pulmones hasta que me dolió el pecho y lo saqué de nuevo, concentrando mi mente en el proceso de respirar.
"El oxígeno entra," Respiré hondo, de nuevo. "Sale dióxido de carbono." Dejé salir el aire lentamente, atrapándolo en espacios cortos y luego, lo liberé por completo de mi pulmón. "Otra vez, Violeta." Pensé, preparándome para tomar un respiro. "Entra aire, el diafragma se contrae, la caja torácica se expande." Pensé, logrando mantener mi mente concentrada en el proceso de la respiración. "Sale aire, el diafragma se relaja, la caja torácica se encoge." Pensé y lo repetí una y otra vez. "Entra aire... el olor de Chiara es tan embriagador; el olor de sus manos, el olor de su cuello, el olor de su cabello..." Sonreí ante el pensamiento e inmediatamente me asusté y parpadeé con fuerza, tratando de alejar el pensamiento de mi cabeza.
Una vez más, volvió a mi mente, como una ola gigante que llega sin avisar y arrastra todo, envuelve todo, se traga todo.

- ¿Por qué estás despierta? - La voz de Denna cortó el silencio del lado más oscuro de la habitación.
- No puedo dormir... - Mi voz salió tan débil como me sentía.

"Débil, Violeta. Eres débil." El pensamiento vino a mi cabeza y presioné mis ojos y un lado de mi cabeza contra el marco de la ventana.

- ¿Chiara? - Denna, probablemente, solo para confirmar algo de lo que estaba segura.
"Chiara... ¿Qué no tiene que ver Chiara con mi vida estos días?" Pensé con ironía.

- Si... - Dije, dejando escapar en mi tono la misma ironía de mi pensamiento.
- Ven aquí conmigo, Vio. - Denna habló con voz perezosa y escuché el sonido de su mano golpeando el colchón.

Suspiré, sintiéndome repentinamente frágil y al mismo tiempo dándome cuenta de que necesitaba un regazo.
Giré mi cuerpo, puse los pies en el suelo y me dirigí hacia la cama de Denna, que estaba a cuatro pasos de distancia.
Me acosté de costado y de espaldas a mi amiga, quien rápidamente me abrazó cariñosamente por detrás.

- ¿Por qué estás así, Blanca Nieves? - Preguntó Denna y fruncí el ceño en reacción a la extrañeza por el repentino apodo que mi amiga me había llamado.
- ¿Blanca Nieves?, pero si soy pelirroja. - Pregunté, sintiendo curiosidad por saber por qué me llamaba así.
- Déjame, es de madrugada, estas cosas no se preguntan. Solo si escribes en un diario y si alguna vez tu vida se vuelve muy importante, ese momento irá al cine y yo seré la persona que te puso un lindo apodo. - Dijo ella, con la mano apoyada en mi vientre.
No necesitaba verla para saber que sus ojos estaban cerrados y estaba luchando valientemente por no volver a dormir.
- Escribiré en mi diario al respecto, puedes estar segura. - Dije, agradecida de que Denna me hubiera llamado para recostarme con ella y así, me sacó de la soledad de tantos pensamientos inquietantes.
- Ni siquiera tienes un diario. - Ella constató y me reí.
- ¿Qué te sucede, Vio? - Preguntó en un tono más serio?
"¿Qué me sucede?" Me pregunté, pero lo lamenté tan pronto como la respuesta vino a mi mente involuntariamente. "Amor." Pensé y apreté los dientes con tanta fuerza que la respuesta llegó, como un martillo. "Miedo." La otra respuesta me llegó como una bofetada en la cara.
- No lo sé. Creo... - Hice una pausa, sintiéndome incapaz de hablar, como si el miedo me hubiera clavado las uñas en la lengua y me la estuviera tirando por la garganta.
- Crees... - Preguntó De. A, dejándolo en el aire.
- Creo que estoy enamorada de ella. - Hablé de inmediato.
- ¿Crees? - Mi amiga resaltó el verbo, dándole un tono especialmente irónico.
- Está bien, estoy enamorada de ella. - Lo admití en voz alta por primera vez y de alguna manera expresarlo hizo que fuera más fácil pensar en ello.
- ¿Y cómo te sientes por eso? - Preguntó Denna, manteniendo su tono considerado.
- Enamorada. - Respondi simplemente.
- ¿Ah, de verdad? - Preguntó ella con sarcasmo y yo me reí, dándome cuenta de la obviedad de mi respuesta.
- En serio. - Respondí, sintiendo que mi humor mejoraba. - Me siento idiota, tonta, obsesionada por ella.
- Ningún ser humano podrá superar el hecho de que le ordenaste a Chiara Oliver que se detuviera. - Decretó en tono filosófico y ligeramente aristocrático, si eso era posible.