05. Al fin te encuentro

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Gracias a la frecuencia con la que visitaba al bar, había logrado hacerme amigo del bartender.

El cuál en estos momentos estaba preocupado por mi estado, ya habían pasado varios minutos en los que decidió que era mejor dejar de darme bebidas, arrastraba las palabras pero de cierta manera aún mantenía algo de conciencia. Mi vista estaba algo nublada y los rostros de las personas a mi alrededor eran ligeramente borrosas.

Sentí una sensación de asco y una arcada aproximarse al oler el humo que desprendía un cigarrillo, corrí al baño antes de que las arcadas se intensificaran. No sabía si realmente era sensible al olor o era mi estado lo que ocasionó que terminara hincado frente al inodoro, expulsando todos esos tragos.

Cuando sentí que ya me encontraba en mejores condiciones, o al menos podía caminar, jalé la cadena y bajé la tapa del baño, salí del cubículo y caminé hacia el lavamanos para refrescar mi cara y enjuagar mi boca.

Volví a la barra y metí un chicle de menta a mi boca, supongo que ya era hora de volver a casa.

Estaba a punto de levantarme para salir de allí pero una voz hizo que interrumpiera mi acción.

Su voz

Miré en dirección al escenario en el que la había visto por primera vez, ahí estaba ella de nuevo con su sombrero rosa, ajustando el micrófono a su altura.

De alguna u otra manera tenía la ligera idea de que el olor a cigarro que me había hecho salir corriendo al baño minutos atrás, provenía de ella.

Me quedé inmóvil unos instantes mientras la observaba, por fin la volvía a ver.

Después de tantos días buscándola, la tenía a sólo unos metros.

Decidí volver a sentarme en la barra -ignorando como todo me daba vueltas- al ver como comenzaba a tocar algunas teclas de su piano.

Seguía sin poder ver su rostro, pero no podía dejar de ver en dirección a ella. Me tenía totalmente hipnotizado apreciando cada movimiento que hacía.

Como si fuese una verdadera obra de arte.

Su voz salía -tal como la última vez- armoniosa y tranquilizante, y aunque esta vez no reconocí la canción que tocaba, ya sabía que formaría parte de mi playlist.

Justo esa que había creado la primera vez que la vi.

Con la ilusión volver a verla para poder escuchar más canciones que ella tocaría y después volver a casa contento. Sabiendo que ahora tendría una nueva canción más agregada.

Mientras la veía, saboreaba una nueva cerveza que se encontraba en la barra, no sabía de quién era y tampoco me interesaba saberlo.

Aunque tenía en cuenta que eso empeoraría mi estado actual.

Supuse que la canción estaba llegando a su final por las tonalidades de su voz, y así fue. Bajó del escenario, con la diferencia de que esta vez sin prisa y sin tropiezos. Se dirigió a una mesa donde se encontraban las mismas personas de la vez pasada,
una chica de baja estatura, cabello castaño y algo liso y largo. También el chico alto, cabello castaño, tez morena y ojos verde.

Aunque habían dos chicas más, una chica de estatura media, cabello castaño y con rizos, la otra chica era alta, cabello castaño, largo y liso.

Las cuatro personas se notaban felices y aplaudían por la anterior interpretación, y yo observaban todo, debatiéndome entre sí debía acercarme o quedarme simplemente viendo.

Sentía mi cuerpo picar por la inquietud y algo de desespero, la tenía a sólo unos metros y estaba paralizado. Se quitó el sombrero, sosteniéndolo con su mano izquierda y revolvió su cabello con la derecha. Estaba de espaldas por lo que no podía apreciarla.

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⏰ Última actualización: Sep 04 ⏰

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𝐂𝐥𝐨𝐬𝐞 𝐭𝐨 𝐲𝐨𝐮 • 𝐡𝐮𝐦𝐛𝐞 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora