03. Operación encubierta

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Al día siguiente el libro ya estaba de nuevo en la librería.

-Lo sabia, una operación encubierta.

-Ah no, no lo llames así. Solo escucha ¿okay? -...- ¿me escuchas?

Me encontraba de nuevo en Two boots visitando a Mau para contarle acerca del plan, no pude dormir en la noche por la sensación de ansias y curiosidad. No me mal entiendan, solo es curiosidad.

-Si.

-Las pistas le indicaran que dejé el cuaderno en un estante de la sección de videos.-dije señalando aquel estante variado- ¿okay?

-Bien.

-Lo único que deberás hacer es vigilarla de cerca, de acuerdo.

-Entonces, ¿sabrás quién es ella sin que ella sepa quién eres? ¿no es algo engañoso y horrible?

-Bien, lo llamaremos operación encubierta. -dije rendido-

-¡Si! de lujo.

-Bien, debo irme, mamá me espera.-dije guardando mi celular en el bolsillo de mi pantalón después de ver aquel mensaje de mi madre-

"cariño, el vuelo de Daniela y Riza ya aterrizó, te esperamos en Monkey Business. ¡no tardes!"

Sonreí al leer eso,  Daniela y Riza habían viajado hasta acá para mostrar su apoyo y aligerar un poco más la situación.

Después de salir de la pizzería me dirigí a Monkey Business, un bar algo famoso aquí en Cancún por la comida y el pequeño escenario en el que se podía subir gente a cantar.

Tenía un buen presentimiento de esta noche.

Al llegar, Riza fue la primera en notarme y corrió hacia mis brazos haciendo que la alce, después se unió Dani.

-Gracias por venir, no saben lo importante que es para mí.

-Eres como un hermano Humbe, también es importante para nosotras el estar para ti en este proceso.

El ambiente se sentía fresco y la conversación era familiar, pedimos comida y unos cuantos tragos. Recorría con la mirada el lugar, luces tenues, algunas led y otras colgantes.

Me sumergí tanto en mis pensamientos hasta que un ligero olor a tabaco llegó a mi, arrugue la nariz en una mueca de asco y trate de buscar con la mirada de donde provenía el olor, dándome cuenta de que venía de una chica.

Un metro sesenta, su cabello castaño un poco oscuro llegaba un poco más abajo de su pecho y caía en unas ligeras ondas sobre sus hombros. Llevaba unos pantalones cargo grises y una blusa blanca manga larga, lo que hacía que su presencia resaltara entre todos los presentes era el sombrero rosa sobre su cabeza que ocultaba su rostro.

Tenia un cigarrillo entre sus dedos, sujetándolo con su mano derecha y en la izquierda sostenía un micrófono. Le dio una última calada y apagó su cigarrillo en el pequeño cenicero sobre su mesa mientras soltaba el humo.

Esa acción se me hizo un tanto...¿atractiva?

Ni siquiera le he visto la cara. Se levanto de su mesa y subió las tres pequeñas escaleras del escenario bajo la atenta mirada de la gente en el bar, poco a poco fueron bajando la intensidad de las luces hasta que se apagaron y solo quedó encendida una pequeña luz colgante sobre ella.

Se posiciono detrás del pequeño piano que estaba de manera diagonal sobre el escenario, dando la espalda en nuestra dirección. Comenzó a tocar tranquilamente irradiando un toque de paz y ahí fue cuando la escuché.

𝐂𝐥𝐨𝐬𝐞 𝐭𝐨 𝐲𝐨𝐮 • 𝐡𝐮𝐦𝐛𝐞 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora