En tres días.
En tres días Cayden secuestrará a Sally.
Los nervios no lo habían dejado descansar bien. Solo tres días. Tenía que admitir que entró en pánico por un rato. Si alguien se enterara, cualquiera, las consecuencias serían terribles. No podía creer lo que estaba por hacer. Solo tres días. El estrés no lo dejaba dormir. La paranoia también se apoderó de él, por lo que había decidido vigilar a Sally de lejos. Muy lejos. Si ella lo notara rondando por ahí su plan se arruinaría.
Había conseguido el lugar perfecto, el transporte y la excusa para Mike. Todo estaba en orden. Sin obstáculos. Pero no podía estar tranquilo. Tal vez era la anticipación o la ansiedad. O el fuerte sentimiento de que algo estaba mal. Tenía que tranquilizarse. Le gustaría poder hablar con alguien del tema, pero por obvias razones no podía. Había estado tan centrado en el secuestro que no había podido pasar tiempo con Mike. Después de terminar lo que tenía que hacer lo llevará a su restaurante favorito.
Anocheció hace un par de horas. Pero Cayden seguía sobre el edificio al frente de la casa de Sally, vigilando desde las alturas. Era un edificio descuidado en el que funcionan un par de tiendas, principalmente en el primer piso. El tercer piso, donde se encontraba Cayden, estaba vacío. Aún nadie había alquilado los locales, así que era el lugar favorito de Cayden para observar. Estuvo mucho tiempo en la misma posición; sus piernas empezaron a dormirse. Se levantó para estirarse. Debería irse a descasar.
De pronto la puerta de la casa de Sally se abrió y ella salió sigilosamente, sin hacer casi ruido. ¿Qué estaba haciendo? Se suponía que hoy no saldría, fue lo que les dijo a sus amigas. Hackear las cuentas de Rebecca le había dado a Cayden una ventaja tremenda, pero al parecer aún había cosas que se le escapaban. Sally parecía conversar con alguien por el teléfono, escribía rápidamente en él y sonreía, ¿por qué sonreía? Esto no le gustaba. Sally empezó a moverse y Cayden se apresuró a bajar las escaleras del edificio antes de perderle el rastro.
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La siguió por casi veinte minutos. Tuvo suerte de que no pidió un taxi y fue a pie. Aunque la calle a esa hora era peligrosa, más para una chica tan bonita como Sally; pero le tranquilizaba estar ahí con ella para cuidarla. Sally estaba arreglada. No más de lo normal, pero sí notó un esfuerzo extra. Llevaba un abrigo crema o beige, no logró diferenciarlos, una blusa blanca y una falda negra. También llevaba unas botas altas que le quedaban muy bien. Muy bonita como siempre. El cabello suelto como a él le gustaba y un bolso pequeño. A Cayden se le revolvió el estómago, "Parece que va a una cita" pensó. Decidió alejarse un poco cuando Sally caminó más lento, revisando su celular.
Cayden se ocultó detrás de unos postes de luz y unos botes de basura. Se encontraban en una zona de la ciudad extraña para una cita. Su estómago volvió a revolverse: algo no iba bien. Estaban alejados de la zona comercial, lejos de los restaurantes, discotecas y demás sitios de entretenimiento; afuera de una fábrica abandonada. No tenía que ser un genio para darse cuenta del peligro; lo que no lograba entender era porque Sally estaba ahí.
—Sally.
La voz tomó por sorpresa a Cayden y se agachó por reflejo para esconderse mejor. Era la voz de un hombre. Se asomó a ver de quien se trataba.
Era ese chico.
El que había estado rondando a Sally.
Sintió su sangre hervir ¿Qué tenía él que Cayden no? ¿Por qué Sally le sonreía de esa manera? No tenía sentido. Ese chico era muy poca cosa para Sally. Si bien Cayden tampoco se consideraba al nivel, estaba seguro de que a él le gustaba más Sally. Sabía mucho más que el chico. Ni siquiera recordaba su nombre. Y sobre todas las cosas, ¿por qué había citado a Sally a ese lugar tan desagradable? ¿Por qué ella había aceptado? Presentía que el chico no tenía buenas intenciones; reconocía a un imbécil cuando lo veía.
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Sombras de obsesión
Misterio / SuspensoCayden es un acosador. No sabe en qué momento se volvió así. Pero definitivamente está enfermo, lo sabe. Comienza a acosar a una chica que conoció en un supermercado. Ella es un sueño, muy hermosa, muy perfecta. Él la admira. Quiere estar cerca de e...