No pudo dormir esa noche.
Cuando conseguía conciliar el sueño, al rato volvía a despertar asustado.
A pesar de que trató de convencer a su cuerpo de que el peligro ya había pasado, este siguió alterado. Su corazón siguió palpitando con fuerza y el sudor frío estuvo presente por horas. Vigiló la puerta de su habitación constantemente, esperando que apareciera ella. Arrepentida de dejarlo ir. Y lista para matarlo.
Tenía miedo.
+++
Mike despertó tarde. El sol ya había salido hace un rato. Se levantó sin dejar de bostezar; normalmente, duerme hasta el mediodía los fines de semana, pero tiene un examen mañana así que no tiene opción. Ayer en la noche salió con su nueva conquista del mes. Una rubia despampanante y preciosa. Estaba seguro de que se había vuelto a enamorar. La química que tenían era de otro mundo y el sexo, el mejor que ha tenido en años. Sentía que por fin había encontrado al amor de su vida. La podía imaginar vestida de blanco y a él esperándola en el altar. Aunque no estaba seguro de sí ella buscaba una relación seria, ojalá que sí. Pero Mike tampoco era un hombre de compromiso. Tal vez en una semana se aburriría de esa relación.
Preparará algo simple y rápido para desayunar. Huevos revueltos y algún jugo. Salió de su cuarto y no encontró a Cayden. ¿Seguirá dormido? Eso era extraño. Se habrá acostado tarde. De todas formas, le guardará algo del desayuno. Bostezó otra vez y empezó a preparar la comida.
Al poco tiempo, empezó a desayunar mientras revisaba el celular. Revisó el perfil de Sherry. A pesar de que se vieron ayer, no dejaba de pensar en ella. Parecía que le habían hecho una especie de brujería para que Sherry se mantuviera en su mente todo el tiempo posible.
Tocaron la puerta.
¿Cayden habrá hecho algún pedido?
Mike se apresuró a abrir la puerta sin cuestionarse mucho.
"No puede ser", pensó Mike al ver a la chica de la que su amigo está enamorado en la puerta de su casa. ¿Qué carajo hace aquí Sally Williams? ¿De qué se perdió? La miró sin decir nada. Sally le sonrió con suavidad, pero no dijo nada. Parecía estar esperando a que Mike salga de su estupor.
—Eh... ¿Hola?
—Hola —respondió Sally acomodando un mechón de su cabello detrás de su oreja. —Disculpa por molestar.
—No, no, no. Para nada. —Mike negó con la cabeza, sonriendo. —Solo estaba sorprendido, ¿qué te trae por aquí?
Sally juntó las manos en un gesto nervioso.
—Estoy buscando a Cayden —desvió la mirada sin dejar de sonreír—. Tenemos una cita.
¡Santa madre! ¡Una cita!
Mike volvió a quedarse en blanco. Que algo como esto sucediera era casi imposible. Ni en sus sueños más locos habría imaginado que Cayden, por sí solo, hubiera conseguido una cita de Sally. Y no solo eso. La chica vino personalmente a buscarlo. Tal vez Cayden finalmente cayó en la locura y contrató a un brujo para hechizar a Sally o algo parecido.
—Mike, ¿quién está en la puerta?
Cayden apareció en la puerta de su habitación. Con los ojos entrecerrados y las manos en los bolsillos. Mike volteó a verlo sin saber que decir. ¿Cayden no sabía que Sally vendría? Eso no era posible. Y también, ¿por qué no se lo había contado? Si bien había estado un poco ocupado, no era razón para obviar un tema tan importante. Sally le había hecho caso después de meses. Esto era muy importante y Cayden no se lo había contado. Se sentía traicionado, ¿cómo pudo olvidarlo?
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Sombras de obsesión
Misterio / SuspensoCayden es un acosador. No sabe en qué momento se volvió así. Pero definitivamente está enfermo, lo sabe. Comienza a acosar a una chica que conoció en un supermercado. Ella es un sueño, muy hermosa, muy perfecta. Él la admira. Quiere estar cerca de e...