CAPÍTULO UNO
A fuera ya no era nada normal, el peligro estaba a la vuelta de la esquina, literalmente, los recuerdos, las sonrisas, la felicidad, todo estaba en el pasado, nada era como antes, nada volvería a estar normal. Otros quieren sobrevivir y otros quieren morir, afuera siempre a habido problemas, nunca es seguro, pero yo no quiero sobrevivir, quiero vivir, a veces solo eramos personas con motivos de vida, ahora solo luchamos por mantenernos respirando. Nunca nada en la vida de recupera, dinero, amor, felicidad si, ¿Pero que hay de las vidas de los demás?, siempre perdemos a quienes queremos y nunca podemos recuperar las vidas de los demás. Si, ahora afuera es el fin del mundo, no se realmente que hacer, no hay escapatoria ni mucho menos solución, los muertos viven y los vivos mueren. Todo es una pesadilla, una pesadilla que resulta ser real, algo que no muchos saben cómo llevar.
Los humanos somos monstruos, no lo demostramos pero al final de todo siempre seremos eso, monstruos, por más que hagas cosas buenas el mal siempre estará presente. No soy pesimista, ni mucho menos negativa, simplemente desde mi punto de vista, la vida es algo sin sentido que después de años va perdiendo su color y sentido, y ahora, nada tiene sentido.
El ver como gente inocente muere, sin poder salvarse, es abrumador, tal vez ya quede traumada, muertos vivientes caminaban, o simplemente se arrastraban, por las calles vacías sin vida. De alguna forma podrían haber sobrevivientes, tal vez todos esparcidos queriendo salvar sus vidas queriendo que haya una solución, una que no hay.
¿Como fue que de un momento a otro, el caos se desató?, solo se que estaba normal en mi casa, junto con mi abuela y mi hermana pequeña, cuando escuchamos gritos, llantos y súplicas, al mirar por la ventana todo era un caos, sangre por doquier, monstruos o muertos vivientes, aquellos que nosotros podíamos ver en la tele y creer que jamás sucedería. Solo se que desde aquel día nunca más vi a mi abuela, mi hermana, gracias a Dios está conmigo a salvo, ¿Mis padres?, tal vez ya están bajo tierra o simplemente están por ahí ya convertidos en muertos, por qué eso eso, muertos que por alguna razón viven.
A veces no valoramos lo que tenemos hasta que lo perdemos, tal vez en ese momento fue cuando me di cuenta de que no supe apreciar lo que tenía, me di cuenta de que ame tanto a una persona que me crío como princesa pero a la cual no supe proteger y mantener con vida, tal vez si yo hubiese echo algo ella estaría aqui al rededor de esa tonta fogata junto conmigo y mi hermana.
— Trina...tengo sueño — la voz de la Alison me sacó de mis pensamientos.
— Ven, vamos a dormir — le dije tomando su pequeña mano, ella solo tenía seis años y ya estaba viviendo el fin del mundo.
Luego de correr lejos de la villa, nos encontramos con un grupo de personas que estaban igual de asustados que nosotras, fueron amables y nos brindaron protección, por esa razon estábamos lejos de la capital en un campamento donde no había peligro.