Pjos en la oscuridad

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La noche cae sobre el vecindario, envolviendo las casas en una suave penumbra. La brisa fresca agita las hojas de los árboles, creando un susurro constante que parece llenar el silencio. Desde su habitación, Isabela observa el mundo exterior a través de la ventana. Con una copa de vino tinto en la mano, su mirada se posa, como tantas veces antes, en la casa de al lado.

No había esperado que alguien como Sofía se mudara al vecindario. Una joven que, a primera vista, parecía tan inocente, tan... ordinaria. Pero desde que la vio por primera vez, Isabela había notado algo bajo la superficie, algo que le intrigaba, le tentaba. Y ahora, esa curiosidad se había transformado en algo más oscuro, más intenso.

Apoya la copa en la mesa junto a la ventana, inclinándose un poco hacia adelante para tener una mejor vista. Las cortinas de la habitación de Sofía están corridas, pero son tan finas que apenas cubren lo necesario. La luz de la habitación brilla a través de la tela translúcida, revelando siluetas y formas en movimiento. Isabela sonríe para sí misma, su pulso acelerándose en anticipación.

Sofía entra en su habitación, completamente ajena a la mirada que se posa sobre ella desde la oscuridad de la casa vecina. Con movimientos lentos, casi rituales, comienza a desvestirse. Primero, se despoja de la camiseta, dejando al descubierto su espalda lisa y los tirantes de su sujetador. Isabela observa cada detalle, desde la curva de la columna de Sofía hasta el leve movimiento de sus omóplatos. Su respiración se vuelve más lenta, controlada, mientras sus ojos no pierden ni un solo segundo del espectáculo.

La joven lanza la camiseta sobre la cama, y luego, con un gesto delicado, se desabrocha el sujetador. Lo deja caer al suelo sin ceremonia, permitiendo que su pecho quede completamente desnudo. La suave luz de la habitación resalta las líneas de su cuerpo, su piel brilla con una calidez que parece llamar a Isabela desde la distancia.

Isabela siente cómo la lujuria comienza a tomar el control. Cada movimiento de Sofía alimenta ese deseo creciente, esa necesidad de más. Observa mientras Sofía se inclina hacia adelante para quitarse los pantalones, dejando ver la piel desnuda de sus caderas, sus muslos. Isabela casi puede sentir la textura de esa piel bajo sus manos, la suavidad que esconde.

Sofía se estira, revelando cada centímetro de su cuerpo con una naturalidad que solo incrementa el deseo de Isabela. La joven no tiene idea de que está siendo observada, y eso solo hace que la situación sea aún más tentadora. Es un secreto, uno que Isabela guarda con deleite, sabiendo que cada noche podría repetirse, que cada noche podría ser un paso más cerca de tener a Sofía bajo su control.

Finalmente, Sofía se deshace de la última prenda y se encamina hacia el baño. La luz se apaga, dejando a Isabela sola en la oscuridad, su imaginación alimentada por lo que acaba de presenciar. Se apoya en el marco de la ventana, sus dedos juguetean con el borde de la copa de vino, aún llena. No puede evitar una sonrisa, una sonrisa que refleja no solo satisfacción, sino también anticipación.

Porque esta noche, ha sido solo el comienzo. La atracción que siente por Sofía se ha transformado en algo más, algo que sabe que no podrá ignorar. Sofía es como un fruto prohibido, tan cerca, tan al alcance de la mano, y tan deliciosamente ajena al peligro que representa.

Isabela toma un sorbo de su vino, saboreando el sabor intenso en su boca. La imagen de Sofía desnuda, vulnerable, queda grabada en su mente. Sabe que no podrá olvidar lo que ha visto, y mientras contempla la ventana apagada, una idea comienza a tomar forma. No es solo una espectadora, después de todo. En su mente, ya está tejiendo el siguiente movimiento, el siguiente paso en un juego que Sofía ni siquiera sabe que está jugando.

Con la copa en la mano y una sonrisa en los labios, Isabela se retira de la ventana, su mente ya ocupada con planes que solo ella conoce. La noche es joven, y la caza apenas comienza.

QUERIDA VECINA | RELATOS LÉSBICOS ERÓTICOS +21Donde viven las historias. Descúbrelo ahora