Capitulo 14:Entre la Ceguera y la Obsesión

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El resto del día pasó muy normal. Karla con Julio en casa, comiendo y viendo películas, pasando una tarde romántica en casa y Madison en casa cuidando de su madre. Al día siguiente, a la hora acordada, Julio fue a reunirse con Madison en la cafetería que quedaba cerca del hospital, mientras Karla estaba en hora de trabajo. Madison estaba sentada cuando Julio llegó y la vio desde lejos.

—¡Hola, Julio! —gritó Madison al ver a Julio.

—¡Hola, Madison! ¿Qué tal estás? —respondió Julio.

Cuando vi llegar a Julio, noté su cara de despreocupación, como si nada estuviera pasando, como si no sintiera la presión de la situación o detectara la obsesión de Karla por controlar su vida. Traté de explicarle que el comportamiento de Karla no era normal, pero él estaba tan cegado por el amor que le tenía a Karla, que no podía ver lo evidente.

Julio me dijo:

—Ella me ama, es normal. Supongo que si ella estuviera hablando con su ex, yo actuaría de la misma forma. Tranquilízate, ella estará bien; aparte, ayer estuvo muy tranquila y normal. Es solo que a ella no la han querido comprender. Yo la cuidaré y la amaré con todo mi corazón.

A lo que le respondí:

—Bueno, está bien, si sientes que solo son problemas de celos, entenderé. Si tú la escogiste a ella es por algo. No sé por qué, pero creo que la amas mucho, tal vez no como me amaste a mí.

Julio contestó:

—De verdad te amé y agradezco todos esos bellos momentos que pasamos juntos. Fueron muy hermosos y, de hecho, me desconectaste del mundo. Pero yo he amado a Karla desde que tengo uso de razón y creo que hasta antes de tener uso de razón. Lo que siento por ella no es normal; sobrepasa cualquier cosa y arriesgaría todo, por más costoso y doloroso que sea, por ella. Porque la amo y sé que ella nunca me traicionaría. No digo que tú lo hubieses hecho, solo que la conexión que tengo con Karla no es la misma que tuve contigo.

A lo que le respondí:

—Pues nada, gracias por reunirte conmigo. Manténme al tanto de todo lo que pase. Cuídate mucho y ten cuidado. Cualquier duda y sospecha que tengas, puedes hablar conmigo; yo entenderé y te aconsejaré.

Julio me dijo:

—Sí, muchas gracias. Ya me voy porque tengo que pasar a recoger a Karla en una hora.

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