⁍Diario

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21 de Septiembre de 1973

Señora, ya le he dicho, déjeme en paz, por favor.

Cada palabra suya me corta como cuchillos, y no puedo soportar más. Siento un miedo profundo y me consume con cada paso que doy lejos de usted. Algo no está bien, y temo lo peor. 

 Estoy seguro de que, de alguna manera, usted sabe que mi miedo no es sólo paranoia.

Pero aún así, no dejaré de ver a su hija. No dejaré de observar a Haneul, aunque lo peor sea lo que me aguarda.

Ella tiene que saber la verdad. Tiene que saber lo que realmente sucedió. No puedo callarme más. Ojalá ella pueda ser feliz con él. Yo no pude serlo, pero quizás ella sí. Al menos en ese rincón de mi alma que aún queda de esperanza, deseo que ella pueda escapar de lo que se nos viene.

Él la ama. Y ella a él.

Lo siento, Haneul. Pero algo dentro de mí me dice que si continúas con él, ya nada será lo mismo.

Me largo del pueblo, junto a mis hermanos, como había planeado. Quizás ya ni me vean rondando por aquí. Quizás nunca más. Quizás el horror que se desatará después de mi partida se quedará con ustedes, y yo no estaré aquí para verlo.

Lo peor no ha llegado. Y ya no hay vuelta atrás.

Adiós.

Diario Y Pintura | VhopeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora