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⟫ Les recomiendo escuchar la canción mientras leen, al menos la primera parte.

—¿Qué tal si solo te pierdes en el maldito bosque y te mueres, hijo de puta?

—Hoseok, escúcham—

El sonido seco de una cachetada lo interrumpió, ardiendo tanto en su mejilla como en el aire que ahora los envolvía. Taehyung quedó paralizado, la piel quemándole donde la palma de Hoseok había dejado su marca.

—Vete a la mierda.

Hoseok dio media vuelta, su respiración acelerada. Cada paso que daba parecía pesado, como si se estuviera arrancando a sí mismo de ese lugar, de Taehyung, antes de decir algo que no pudiera deshacer. Pero, ¿realmente quería detenerse? ¿O estaba esperando que lo detuvieran?

—¡Carajo, Hoseok, deja el puto orgullo y ven aquí! —gritó Taehyung, su voz desgarrándose entre la furia y el dolor.

—Piérdete...

Entonces lo sintió: una mano envolviendo su muñeca, tirando de él con más fuerza de la que esperaba. El choque lo dejó sin aliento. Estaban tan cerca que podía sentir la furia y la desesperación de Taehyung en cada respiro.

—¿Por qué eres tan cabrón, chiquito?

—Aléjate... —La voz de Hoseok salió más débil de lo que quería, apenas un suspiro. Sus ojos lo evitaban, como si temiera desmoronarse si lo miraba directamente—. Vete, japonés.

Pero Taehyung no obedeció. Su agarre se suavizó, deslizándose por el brazo de Hoseok hasta su cintura. Apenas un roce, pero fue suficiente para que un escalofrío recorriera su espalda.

—¿Realmente quieres que me vaya? —La voz de Taehyung era un murmullo grave, casi una caricia que hizo temblar a Hoseok.

—Mírame...

Su otra mano se alzó, atrapando con suavidad la mandíbula de Hoseok, obligándolo a enfrentar esos ojos oscuros, cargados de algo que lo desarmaba por completo. Las lágrimas se acumulaban en sus propios ojos, traicionándolo, mientras su boca permanecía entreabierta, intentando encontrar palabras que se negaban a salir.

—Te amo, Hoseok.

Sus frentes se unieron, y el mundo pareció detenerse en ese instante. No había palabras, solo el calor compartido, las respiraciones entrecortadas que se mezclaban, y el peso de todo lo que no se atrevían a decir.

—¿Por qué? —La voz de Hoseok se quebró, sus lágrimas cayendo finalmente como una tormenta retenida demasiado tiempo.

—No quería mentirte... —Taehyung cerró los ojos, su voz apenas un hilo—. Es difícil para mí también.

Hizo una pausa, inclinándose ligeramente para que sus ojos quedaran al nivel de los de Hoseok, tan llenos de dolor que era como si le arrancaran el alma.

—Encontraré una forma para que descanses, pero quédate conmigo... solo un poco más.

Hoseok no pudo contenerlo más. Las lágrimas lo invadieron, cayendo contra el pecho de Taehyung, que lo abrazó con una intensidad casi desesperada, como si quisiera tatuar ese momento en su piel.

—Yo...

Sus palabras se quedaron a mitad de camino cuando los labios de Taehyung atraparon los suyos. El beso era urgente, lleno de una necesidad que dolía, que quemaba. Al principio, Hoseok se quedó inmóvil, pero luego su cuerpo se rindió. Se aferró a Taehyung, profundizando el beso, dejando que sus manos recorrieran su espalda, sus hombros, buscando algo a lo que sostenerse en medio del caos.

Sus respiraciones eran erráticas cuando se separaron, apenas un centímetro, una línea de saliva conectando aún sus labios hinchados. Los ojos de Taehyung brillaban con una intensidad oscura, mientras los de Hoseok temblaban, sus emociones desbordándose en ese instante de vulnerabilidad compartida.

La luna llena, testigo silenciosa, iluminaba sus figuras entre las sombras del bosque, haciendo que la escena pareciera arrancada de un sueño. Pero los dos sabían que no había nada de onírico en el dolor que compartían, ni en el deseo que los consumía.

Namjoon revolvía la sala con pasos apresurados, tirando cojines al suelo y apartando cualquier cosa que bloquease su visión.

—¡Taehyung! —gritó, su voz llena de desesperación. Había revisado ya el dormitorio, el baño, incluso el jardín trasero, pero no había señales de él.

Sabía que lo había arruinado. En cuanto las palabras salieron de su boca, vio el cambio en los ojos de Taehyung: el dolor, la confusión, y algo más que no supo descifrar.

"¿Cómo se me ocurrió decir eso?"

—Idiota —murmuró, apretando los puños. Golpeó la pared más cercana, ignorando el dolor en sus nudillos. No era nada comparado con lo que sentía en su pecho.

"Taehyung tenía que saberlo. Tenía que entender que Hoseok no es real."

Namjoon respiró profundamente, intentando calmarse. Pero las palabras seguían resonando en su mente como una sentencia:

—El murió en el bosque, lo mataron nunca hallaron su cuerpo... el esperaba a que su madre volviera, a su cambio conoció a nuestra abuela.

De inmediato, vio el rostro de Taehyung transformarse en una mezcla de incredulidad y rabia antes de que se marchara sin decir una palabra.

-¿Cómo voy a arreglar esto? Taehyung... ¿dónde estás?"

"Estás loco, Namjoon. Completamente loco si piensas que conoces a Hoseok mejor que él. Pero... ¿y si estoy en lo cierto? ¿Y si Hoseok no es quien pensaba que era?"

El sonido de un golpe en la puerta lo sacó de sus pensamientos. Namjoon corrió hacia ella, abriéndola de golpe, esperando que fuera Taehyung.

Pero no lo era.

Frente a él estaba Jin, con una expresión seria y un correo en la mano.

—Namjoon... creo que deberías ver esto.






Hola a todos, Feliz Año Nuevo!
Lo sé, desaparecí bastante tiempo, supongo. Digo bueno, era tiempo de tomarse un descanso, no?
Espero les guste esta actualización, iniciaré poco a poco con la historia nuevamente, la tengo muy abandonada Jajaja.
Por cierto, bienvenidos a todos mis nuevos seguidores, gracias! los aprecio mucho 💕
Nos vemos pronto.

Diario Y Pintura | VhopeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora