Esa misma tarde, todos los vecinos fueron a la casa de la familia Denki a desearle suerte al joven.
─Eres el orgullo del pueblo, ganes o pierdas.
─Nadie nunca ha tenido tanta valentía y dedicación como la has tenido tú.
─Aunque pierdas siempre serás el salvador de Inazuma.
─Espero poder reunirnos mañana a esta hora para celebrar tu victoria. O más bien nuestra victoria.Cada palabra llenaba de valor al chico, aunque también le llenaba de una responsabilidad que él consideraba superior a la que podía cargar. Quiera o no ya era tarde para arrepentirse, no podía dejar de lado al pueblo y a su promesa. Los minutos aunque él los sentía como horas, su ansiedad crecía hasta que un viejo vecino, que había sido un gran soldado en la armada de Inazuma, notó su incomodidad por lo que se acercó a él.
─Sé lo que se siente, los momentos antes de una batalla que has estado años preparando. Es muy duro pero también es muy efímero. Hay que aprender a cómo canalizar los estímulos que te llegan. En vez de sentir presión por la responsabilidad, convierte ese sentimiento en adrenalina para enfrentarte a tus miedos. Al final con lo más importante que te vas a quedar es con la satisfacción del esfuerzo y la dedicación de cada día levantarte sin faltar para conseguir un objetivo. Si lo consigues o no, sabes que tendrás el apoyo de tu familia y de la ciudad.
─Muchas gracias señor Tairyoku, lo tendré en cuenta ─le contestó Sokudo.\\\
Los rayos dorados del Sol en el amanecer se vieron cegados por unas oscuras nubes que se extendían desde el templo Tenshukaku. Toda la ciudad estaba expectante de la diosa, Sokudo se encontraba en el lugar asignado calentando. Llegada la hora indicada un rayo recorrió los cielos hasta impactar en el suelo. Al disiparse la electricidad y el polvo levantado por el impacto se distinguió la esbelta figura de Shogun Raiden.
─Hijo, aún estás a tiempo de echarte atrás.
─No Mamá, ya es tarde ─contestó Sokudo ─Ya estoy listo ─dijo dirigiéndose a Shogun Raiden.
─Adelante ─contestó Shogun Raiden.Ambos se pusieron tras una línea y Yae Miko tocó una campana marcando el inicio de la carrera. Sokudo comenzó a correr pero la Shogun Raiden se quedó inmóbil. Ni los ciudadanos ni Sokudo entendieron la situación pero él siguió corriendo. Shogun Raiden desenvainó su espada provocando que las espesas nubes empezaran a chisporrotear. Todos se quedaron impresionados mientras que con cada movimiento que Shogun Raiden realizaba con la espada, invocaba un rayo del cual ella surgía. Sin ni siquiera mover las piernas se desplazaba a gran velocidad tras la cascada de rayos. Mientras ellos corrían, los ciudadanos se desplazaban hacia Ritou para presenciar el fin de la carrera. Llegando al bosque Chinju, Sokudo llamó la atención de la Shogun Raiden, la cual le había adelantado casi sin esfuerzo.
─¡Eh! ¡Espera! ─gritó Sokudo.
La diosa paró en seco y viró su rostro imponente a la vez que burlesco para escuchar las quejas del chico.
─¿No te atreves a correr justamente? Te estás aprovechando de una habilidad que solo tú posees. ¿No te avergüenza usar tu poder de arconte para amañar la carrera? ─dijo Sokudo.
─¿Crees que vale la pena correr por un humano insolente como tú? Deja de ser tan inmaduro y vuelve a la realidad, agradece que al menos te dé la oportunidad.
─Todos verán como ganas de manera fraudulenta, todos verán cómo engañas a tu nación. Todos se avergonzarán de tener una arconte como tú. ¿Acaso no te atreves?
─Aceptaré tu propuesta, pero solo para que todos vean que aún así te venceré sin problemas. Serás humillado aún más antes de morir. Te dejo pasar, venga.Shogun le da paso a Sokudo y este le adelanta. Tras Sokudo recorrer unos metros, Shogun Raiden guarda su espada y comienza a correr. Rápidamente la arconte adelanta al chico, lo que le obliga a aumentar el ritmo. La carrera continuó y Sokudo cada vez se encontraba más cansado en comparación a la resistencia implacable de la diosa. Por unos momentos fue consciente de las proezas que había logrado, tras años entrenando había conseguido desafiar a la persona que odiaba a una carrera arduamente preparada. Una vez pasado Araumi, Sokudo se llenó de fuerza y aumentó el ritmo lo que le hizo llegar rápidamente a la Aldea Konda. Los habitantes de la aldea estaban muy sorprendidos de la proeza. Sokudo ya divisaba el final de la carrera, divisaba el templo de Ritou a la perfección, lo había conseguido. O eso parecía.
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Legend Quest: Volt
Science FictionSokudo es un chico que solía vivir en Inazuma junto a su familia, pero tratando de liberar su nación de la dictadura es expulsado. Sokudo tendrá que adaptarse a una nueva nación y conseguir ser el más rápido de Teyvat.