[Cap 2] ''Habilidades''

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Te encontrabas caminando con cuidado de no ser visto por nadie, moviéndote a través de los diferentes callejones de la ciudad mientras la lluvia golpeaba contra tu cuerpo. Cada paso que dabas resonaba suavemente en el pavimento mojado, y el sonido de las gotas de lluvia era lo único que rompía el silencio a tu alrededor.

Te dirigías hacia tu departamento lo más rápido posible; tu mente estaba enfocada en llegar a un lugar seguro donde pudieras procesar lo que acababa de ocurrir. Sin embargo, después de algunos minutos, notaste algo extraño en tu cuerpo. Un malestar inesperado comenzó a recorrer tus venas, como si algo dentro de ti estuviera cambiando de nuevo.

Miraste tus manos y observaste, con una mezcla de alivio y desconcierto, cómo empezaban a volver a su forma humana. La piel escamosa y las garras afiladas que antes adornaban tus manos se desvanecían, dejando en su lugar la piel normal que siempre habías conocido. Tu cabeza también comenzó a sentir el cambio, la sensación de pesadez y transformación se disipó lentamente, y pronto te diste cuenta de que tu cráneo había vuelto a su estado original.

A medida que los cambios retrocedían, una extraña tranquilidad se apoderó de ti. El poder que habías experimentado hace unos momentos parecía haberse dormido dentro de ti, oculto bajo la apariencia de normalidad. No obstante, sabías que esa fuerza seguía ahí, latente y esperando ser desatada nuevamente.

Después de varios minutos, llegaste a la entrada de tu departamento, observando con cautela en todas direcciones para asegurarte de no haber sido seguido. El aire frío y húmedo de la lluvia se sentía pesado en tu ropa, pero no podías permitirte bajar la guardia. Con un movimiento rápido, sacaste las llaves de tu bolsillo y abriste la puerta, entrando en el interior oscuro y familiar.

El silencio dentro de tu hogar era reconfortante, un contraste con el caos que acababas de experimentar. Cerraste la puerta detrás de ti y te apoyaste en ella por un momento, dejando escapar un suspiro profundo. Finalmente, estabas a salvo, al menos por ahora.

Mientras te quitabas la ropa mojada, tu mente seguía repasando los eventos recientes: la batalla en el almacén, la transformación, el trato con el Demonio Pistola... todo parecía surrealista, como si hubiera sido parte de una pesadilla. Pero el dolor y el poder que habías sentido eran demasiado reales como para ser un simple sueño.

Te acercaste al espejo del pequeño baño de tu departamento, queriendo confirmar lo que habías experimentado. El reflejo que te devolvía el espejo mostraba a un hombre joven, con el rostro y el cuerpo normales, pero sabías que algo había cambiado en lo más profundo de ti. Dentro de tu pecho, el extraño gatillo que el Demonio Pistola había dejado seguía ahí, como un recordatorio de lo que ahora formaba parte de ti.

Con la mente llena de preguntas y preocupaciones, te dirigiste a tu cama, deseando descansar y recuperar fuerzas. Te tumbaste, sintiendo el cansancio que te invadía después de lo que había ocurrido. Mientras cerrabas los ojos, sabías que este era solo el comienzo. El Demonio Pistola te había dado una segunda oportunidad, pero con ella venía un destino que no podías ignorar.

Antes de quedarte dormido, una última pregunta resonó en tu mente: ¿qué harías con el poder que ahora poseías? Y más importante aún, ¿serías capaz de controlar lo que había dentro de ti?

Mientras te sumías en la oscuridad del sueño, una cosa era clara: tu vida nunca volvería a ser la misma. Esa vida "normal" que habías llevado hace mucho tiempo parecía que finalmente estaba llegando a su final...

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Te encontrabas en un trolebús, apoyando tu cabeza con una mano mientras mirabas por las ventanas del transporte. El vehículo se deslizaba suavemente por las calles de la ciudad, y aunque el ambiente estaba tranquilo, podías notar que el trolebús estaba sorprendentemente vacío.

Tal vez se debía a que era sábado y aún no era tan tarde, o simplemente la gente prefería estar en otros lugares a esta hora. o, mejor dicho, el poder del Demonio Pistola era capaz de hacer. Ayer solo usaste una parte de él para eliminar a esos yakuzas. Realmente no sentías culpa por haberlos matado, ellos te mataron primero, bueno, fue su jefe...

el corazon del gun devil (siendo reescrita)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora