Capitulo IX

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CAPITULO IX—LEJOS DE CASA

Jade Evans

Era nuestro último día de clases y ya nos darían las vacaciones de navidad, tenía mi cabeza apoyada en el puño prestando atención a la clase en la que me encontraba ahora mismo, Aiden estaba en diseño gráfico con nuestro querido amigo Logan, el timbre resonó en el aula haciendo que los estudiantes comenzasen a recoger sus materiales sabiendo que ya eran las vacaciones.

—Y no olviden que el siguiente examen será una semana después de la vuelta de las vacaciones.

Ya caminaba por el pasillo hasta quedar en la entrada, me senté en los escalones mirando como la nieve caía haciendo que el suelo se llenara de pequeños copos. Hacia bastante frio, antes de salir del apartamento miré el tiempo que haría para no llevarme una sorpresa e irme con algo demasiado ligero y luego resfriarme—aunque ya estaba resfriada por haber estado debajo de la lluvia con un señor que no hace que lo nombremos— llevaba un abrigo grueso negro, unos vaqueros del mismo color con unas botas, una bufanda que me tejió mi abuela hace unos años, al escuchar pasos aproximándose hacia donde me encontraba hizo que levantara mi vista viendo a Aiden con una gran sonrisa.

—Tardas demasiado Almendras —me levanté pasando las manos por mi culo para limpiarme algo de nieve.

—Me hicieron un examen sorpresa y tarde más —musitó entre dientes colocándose mejor el abrigo.

Oculté una risita colgándome la mochila en mis hombros.

—Mis padres nos recogerán a las seis —le miré de reojo mientras caminábamos hacia nuestro apartamento.

—Tengo una maleta con las cosas que llevaré.

—Sabes que te pueden prestar lo que quieras.

—Lo sé, pero no quiero.

Su sonrisa provocó la mía unos segundos después, la nieve cubría las copas de los árboles dándoles ese toque navideño. El frio golpeaba nuestros rostros haciendo que entrecerrara los ojos—recuerdo que no soy tan fan del frio—habíamos llegado al apartamento, Aiden se pasó casi toda la tarde durmiendo en el sofá con Botas, al contrario que yo, estuve recogiendo ropa que necesitaría en casa de los padres de Aiden, aunque ellos me lo pudieran dar como dijo Aiden. Hacen un esfuerzo muy grande en tener que acogerme en su casa para estar pidiéndoles también. Mi maleta estaba tendida en mi cama todavía abierta, puse las manos en mis caderas mirando la maleta escaneándola por si me faltaba algo.

¡El cargador del portátil!

—¿Aiden, sabes dónde está el cargador de mi portátil? —asomé mi cabeza por la puerta mirando hacia el sofá.

—Y yo que se, no me despiertes —se giró sobre el sofá entre quejidos.

—Tu padre llegará en media hora y necesito el cargador —le recordé.

Él no volvió a contestarme, así que supuse que se quedó dormido, al final tuve que levantarme e ir a buscarlo por mi cuenta, lo encontré conectado en la regleta que estaba en el suelo repleto de cables de la habitación de Aiden.

Y que no sabía dónde estaba el muy asqueroso.

Suspiré volviendo a la habitación con el cargador metiéndolo dentro de donde estaba el cargador de mi teléfono.

—Creo que lo tengo todo —hablé conmigo misma mirando dentro de la maleta—. Pijamas, pantalones, zapatos...—intenté cerrar la maleta, pero no pude, subí a arcadas sobre la maleta sentándome en ella, tiré de nuevo de la cremallera esta vez cerrándola.

Caminando sobre las estrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora