Lydia Martin & You (Short Story Teen Wolf)

Capítulo 29: Lágrimas en la Oscuridad

Lydia sentía su corazón acelerarse mientras observaba a __ tirado en el suelo, sangrando y con el rostro pálido. La desesperación la envolvía mientras intentaba mantenerlo despierto, presionando con fuerza la herida para detener el sangrado.

—¡__! ¡No te duermas! —suplicó Lydia con la voz entrecortada, las lágrimas cayendo por su rostro—. Por favor, quédate conmigo. ¡La ayuda ya viene!

__ la miró con una sonrisa débil, a pesar del dolor que estaba soportando. Con esfuerzo, trató de bromear para tranquilizarla.

—Lydia... yerba mala nunca muere —susurró, su voz apenas un murmullo—. No te preocupes tanto por mí... Necesito que llames a Scott y le digas lo que pasó con Jennifer y el padre de Stiles. Ellos necesitan saberlo... ahora...

Lydia negó con la cabeza, el temor de perderlo era abrumador. No quería separarse de él, pero sabía que tenía razón. __ era fuerte, más de lo que él mismo admitía, y si alguien podía resistir hasta que llegara la ayuda, era él.

Con lágrimas en los ojos, Lydia asintió y, aunque su corazón le decía que no lo dejara, su mente sabía que debía hacerlo. Tomó su teléfono con manos temblorosas y llamó a Scott, informándole de lo sucedido con Jennifer y el padre de Stiles. Al terminar la llamada, volvió rápidamente al lado de __, quien la miraba con una mezcla de agradecimiento y dolor.

Minutos después, la ambulancia llegó, y __ fue llevado de inmediato al hospital. Scott, al enterarse de la situación, pidió a su madre, Melissa McCall, que atendiera personalmente a __. Sabía que nadie más podría cuidarlo mejor en ese momento crítico.

Durante todo el trayecto al hospital, Lydia no se separó de __. Sostuvo su mano con fuerza, como si al hacerlo pudiera transmitirle toda la energía y esperanza que le quedaba. Las lágrimas no dejaron de correr por sus mejillas, pero Lydia no apartó la mirada de __ ni un solo segundo, temerosa de lo que pudiera pasar si lo hacía.

Cuando llegaron al hospital, Melissa tomó control de la situación, dirigiendo a los paramédicos y asegurándose de que __ recibiera la mejor atención posible. Lydia, agotada emocionalmente, su mano aún aferrada a la de __, rezando por su recuperación mientras las luces brillantes del hospital parpadeaban sobre ellos.