Capítulo 3. Estado de Shock

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Pasaron los días y, aunque el ambiente en Beacon Hills se mantenía tenso, la calma seguía siendo aparente. La mayoría de los estudiantes aprovechaban el tiempo libre antes del inicio de clases, pero ___ Lynch estaba ocupado con reuniones constantes en la casa de los Argent, poniéndose al día con la situación del nuevo monstruo en la ciudad.

Una noche, después de una de esas reuniones, ___ decidió dar un paseo para despejar su mente. Caminaba por el borde del bosque cuando algo llamó su atención.

 Caminaba por el borde del bosque cuando algo llamó su atención

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A lo lejos, entre los árboles, vio una figura desorientada que parecía vagar sin rumbo. Al acercarse, su corazón se aceleró al darse cuenta de que era una chica, y no cualquier chica, sino la misma que había observado desde su ventana días atrás: Lydia Martin. Lo que lo impactó aún más fue que Lydia estaba desnuda y parecía completamente perdida.

Sin querer asustarla, ___ caminó lentamente hacia ella, midiendo cada paso.

"Hola, ¿estás bien?" preguntó con suavidad, tratando de no alarmarla.

Lydia no respondió, solo lo miró con una expresión vacía, como si no pudiera procesar lo que estaba sucediendo a su alrededor. ___ pudo ver que estaba profundamente afectada, atrapada en un estado de shock.

Sin dudarlo, ___ se quitó su chaqueta y la colocó sobre los hombros de Lydia para cubrirla. "Tranquila, estás a salvo," le dijo en un tono calmado mientras sacaba su teléfono para llamar a la policía. Recordó que en una de las reuniones con los Argent, habían mencionado que una amiga de Allison estaba desaparecida, pero hasta ese momento no había hecho la conexión.

"Te llamas Lydia, ¿verdad?" preguntó, observando la reacción de la chica.

Lydia asintió lentamente, aún sin decir una palabra. ___ notó que su respiración era superficial, y que su mirada seguía siendo distante. "La policía tardará un poco en llegar," continuó, "si quieres, puedo llevarte a casa. Vivo justo enfrente de ti."

Lydia volvió a asentir, pero no hizo ningún movimiento para caminar hacia el coche. Parecía incapaz de decidir qué hacer o de coordinar sus pensamientos. ___, entendiendo su estado de confusión, se inclinó hacia ella y le preguntó con delicadeza, "¿Te gustaría que te llevara cargada?"

Lydia asintió nuevamente, y esta vez, ___ la levantó con cuidado en sus brazos. Aunque era atlética, Lydia se sentía ligera, como si toda la energía y la fuerza la hubieran abandonado. ___ caminó de regreso hacia su coche, manteniendo a Lydia envuelta en su chaqueta, protegiéndola del frío de la noche.

Una vez que la acomodó en el asiento del acompañante, se dirigió hacia la casa de los Martin. Durante todo el trayecto, Lydia no dijo una sola palabra, pero su respiración comenzó a estabilizarse, y aunque todavía estaba en shock, ___ pudo ver que poco a poco iba recuperando algo de conciencia.

Al llegar, ___ tocó la puerta, esperando a que la madre de Lydia abriera. Cuando lo hizo, la preocupación en su rostro se transformó en un alivio palpable al ver a su hija a salvo, aunque claramente afectada. ___ explicó brevemente lo sucedido, asegurándole que Lydia había estado desorientada en el bosque y que había llamado a la policía para reportar su hallazgo.

La madre de Lydia lo agradeció profundamente, llevando a su hija adentro para atenderla. Mientras ___ se alejaba, no pudo evitar sentirse más involucrado en los misterios de Beacon Hills de lo que jamás hubiera imaginado. Algo oscuro estaba sucediendo en la ciudad, y no se detendría hasta descubrir qué era.

Lydia Martin & You (Short Story Teen Wolf)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora