ɞ 𝗟𝗢𝗦 𝗧𝗥𝗘𝗦 𝗛𝗘𝗥𝗠𝗔𝗡𝗢𝗦 Velaryon buscan venganza, sin importar que en el camino encuentran el amor, todo eso mientras se disputa a quien pertenece el trono de hierro.
𝗝𝗔cegon.
𝗟𝗨cemod.
...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Joffrey escribe una nueva carta, impaciente. Sabe que apenas mando la anterior el día de ayer, sin embargo, no puede esperar, posiblemente Daeron todavía no recibía la de ayer y aún así desea enviar otra.
— ¿Has recibido mi carta anterior? Es posible que está llegue un poco después, si te preguntas el porqué, es indispensable decirte que losdías en Desembarco, son sumamente aburridos. Llegué a la conclusión de que si tú, mi adorado primo, estuvieras aquí podríamos hacer muchas cosas juntos, soy el menor y me siento abandonado, tengo a mis hermanos, claro. Pero ellos tienen otras obligaciones, ansío que estésaquí y así poder pasar el día contigo.
Att: Joffrey.
El pequeño príncipe sonríe satisfecho cuando ordena enviar la carta a Antigua. Necesita urgentemente una respuesta de Daeron.
Sabe que Lady Alicent comienza a ponerse nerviosa, y que mejor que hacerla sentir aún más miserable si su hijo menor también cae.
Con una gran sonrisa camina feliz, dispuesto a romper el ayuno.
— ¡Luke!— Grita con dirección hacia su hermano cuando lo ve.
—Joff— Lo saluda el Omega—. Buen día, hermano.
Lucerys agradece haber tenido tiempo de haber tomar un baño, eliminando el aroma de Aemod. Pero aún así, sabe que no puede librarse de su pequeño hermano.
— Tienes que contarme todo.
— ¿A qué te refieres?— Contesta Lucerys. Intentando parecer desapercibido.
— ¡No te hagas el tonto! se que estuviste persiguiendo al primo Aemod, además dormiste con él — Lo asegura. Sabe que sus dos hermanos pasaron la noche con sus dos primos, porque se dio a la tarea de ir a mitad de la madrugada a los aposentos de ambos, y ninguno estaba, entre otras cosas que tuvo que hacer.
— Claro que voy a contarte, Joff— Sonríe nervioso, a su pequeño y malvado hermano no se le escapaba nada—. Pero primero vamos a romper el ayuno ¿De acuerdo?
— Está bien— Acepta— Pero después debes contarme todo ¡Con detalles!
— ¡Bien!— Exclama el Omega—. Por cierto ¿Dónde está Jacaerys?
Ambos se miran sin saber el paradero de su hermano mayor, pero sus dudas son aclaradas cuando lo ven caminar hacia ellos.
— Buen día, hermanos — Los saluda—. ¿Qué pasa?— pregunta cuando observa las caras de curiosidad de sus hermanos.