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Olía de un lado a otro minuciosamente, tratando de hacer el menor ruido posible mientras caminaba, había logrado memorizarme cada zona de aquel frondoso y húmedo bosque.

Hasta que un pequeño crujido llamo mi atención y mis pupilas se dilataron al sentir aquel característico y singular aroma, así que comencé a correr en su dirección escuchando sus patas chocar contra la tierra mientras escapaba de mi, hasta que lo visualice a unos metros de mi, tome un gran impulso y salte atrapandolo para luego caer protegiéndolo con mi cuerpo para que no se lastimara.

- Te atrapé! - grite emocionado tomando mi forma humana mientras que entre mis manos estaba aquel pequeño conejo de color negro, tenía dos pequeñas machas blancas, uno en su ojo derecho y otro en el pecho.

Pero al parecer el pequeño conejo se encontraba muy agitado ya que su pequeño pecho no paraba de subir y bajar y el joven no tuvo otra genial idea que volver a su forma lobuna y cargar a su conejo entre sus colmillos, claro que no le haria daño, era su mascota y fiel compañero.

Está era una de sus rutinas favoritas, correr por todo el bosque persiguiendo a aquel esponjo conejo, cuando era un cachorro lo veía imposible pero ahora que se había desarrollado un poco era capaz de correr más rápido y eso le ponía orgulloso, una gran sonrisa se mantenía en su mente a medida que avanzaba, en cuanto estuvo cerca de aquella bonita casa hogareña, el conejo por su lado sabía perfectamente cual era su papel, cerró sus pequeños ojos y dejo caer todo su peso fingiendo estar muerto.

Entro a la casa mirando su alrededor buscándolo con la mirada, una melodiosa voz llamo su atención así que se dirigió al jardín, acercándose con sumo cuidado, se encontraba de espaldas recogiendo algunas flores mientras cantaba aquella familiar canción, se sentó al frente de él bajando al pequeño conejo, se agachó buscando su atención, acercando su hocico a las manos del omega quien sonrió ampliamente.

- Se que estás aquí, qué me has traído? - pregunto el omega sintiendo los colmillos de aquel lobo rozando con sumo cuidado sus delicadas y maltratadas manos para dirigirlas al conejo - Un gordo y bonito conejo - hablo con gracia tocando de su pelaje - sabrá delicioso en un guiso no lo crees? - apenas el conejo escucho eso se levantó y salto de las manos del omega alejándose, provocando una graciosa risa en el omega.

El lobo se levantó para dejar una pequeña lamida en la mejilla del omega para luego entrar a la casa y ponerse algo de ropa, se ducho y bajo mientras subía el cierre de su casaca.

- Ven a comer..

- Ya voy! - contesto el joven para ir corriendo hacia la cocina y quitarle con sumo cuidado el plato que tenía en manos - Te he dicho varias veces que yo me encargaría de llevar los platos a la mesa, puedes quemarte otra vez - hablo el joven algo molesto para guiar al omega a una de las sillas

- No soy un discapacitado Jungkook - refutó el omega sintiendo entre sus pies a aquel conejito indicandole dónde pisar - Tu tampoco ayudas cookie - hablo nuevamente escuchando la risa del menor quien se sentó frente a él dejando el plato en la mesa

- Lo se appa pero sabes que no me gusta que sigas lastimandote más de lo que...bueno...

- Tranquilo mi niño yo estoy bien así que no tienes por qué preocuparte además ya tienes que buscar una buena universidad, ir a la ciudad te...te encantara todo allá es muy hermoso

- Mis recuerdos son muy vagos - se quejo Jungkook comiendo

- Apenas tenías 8 años, estoy seguro que recuerdas algo más sobre como era la ciudad.

- No era un cachorro muy observador que digamos - respondió entre leves suspiros - además no quiero irme prometí cuidarte - aquellas palabras provocaron que el corazón de aquel omega doliera así que formó una sonrisa para levantar la mirada tratando de adivinar en qué dirección se encontraba aquel pequeño alfa

𝐌𝐲 𝐀𝐧𝐠𝐞𝐥 ( 𝐘𝐨𝐨𝐧𝐦𝐢𝐧 )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora