A la mañana siguiente, Adira se levantó sintiendo una opresión en el pecho. Sabía que el encuentro con Orión iba a ser crucial. A medida que el sol se alzaba, también lo hacía su determinación de descubrir al traidor sin dejar que sus sentimientos nublaran su juicio.
El día transcurrió con una extraña calma, casi como si el universo estuviera preparándola para algo grande. Cuando llegó la noche, se dirigió a la mansión de Orión, un lugar que ya se había vuelto demasiado familiar para ella. Al llegar, uno de los guardias la saludó con una inclinación de cabeza antes de guiarla al salón principal.
Orión la estaba esperando. Se encontraba de pie frente a una ventana, mirando el horizonte con las manos cruzadas a la espalda. Al escuchar los pasos de Adira, se giró lentamente y esbozó una ligera sonrisa, aunque sus ojos reflejaban una preocupación latente.
—Gracias por venir, Adira —dijo, acercándose a ella—. Hay algo que he descubierto, y creo que es algo que debemos discutir seriamente.
Adira mantuvo la compostura mientras asentía. Orión la condujo a un sofá donde ambos se sentaron. Él tomó un respiro profundo antes de continuar.
—En las últimas semanas, he notado movimientos extraños dentro de mi círculo cercano. Alguien está jugando un doble juego, y tengo razones para creer que están colaborando con nuestros enemigos.
El corazón de Adira latía con fuerza, pero logró mantener la calma exterior. Sabía que este era el momento que había estado esperando, pero no podía revelar sus verdaderas intenciones.
—¿Tienes alguna idea de quién podría ser? —preguntó con cautela.
Orión frunció el ceño, mostrando la tensión que sentía.
—Aún no estoy seguro, pero las señales apuntan a alguien que tiene acceso directo a información crítica. Quiero que estés alerta. Confío en ti más que en nadie, Adira, y necesito que me ayudes a descubrir quién está detrás de esto.
Adira asintió, sintiendo el peso de la responsabilidad. Sabía que no podía fallar, pero también se daba cuenta de que cada paso en falso podría costarle más que su misión.
—Haré todo lo posible para descubrir quién es el traidor —prometió.
Orión la miró fijamente, como si buscara alguna señal de duda en ella, pero lo único que encontró fue determinación. Finalmente, asintió.
—Sé que lo harás. Eres la única en quien puedo confiar plenamente en este momento.
El silencio que siguió estaba cargado de una mezcla de tensión y una conexión tácita que ambos sentían, pero que ninguno estaba dispuesto a admitir en voz alta.
Después de unos minutos, Orión cambió el tema, tratando de aliviar el ambiente.
—En otro asunto, hay un evento de caridad este fin de semana. Quiero que me acompañes. Será una buena oportunidad para observar a todos los que estarán presentes.
Adira aceptó, sabiendo que no tenía otra opción. Sabía que ese evento podría ser el lugar perfecto para observar a los sospechosos y quizás, con suerte, descubrir algo que la llevara al traidor.
Antes de irse, Orión se acercó a ella, tomando su mano de manera suave pero firme.
—Adira, quiero que sepas que te valoro no solo como aliada, sino como algo más. No me importa lo difícil que sea este camino, quiero que estés a mi lado cuando todo esto termine.
Las palabras de Orión resonaron en su mente, mezclando el miedo con una sensación que no había querido admitir hasta ese momento. Su corazón estaba en juego, y el riesgo de dejarse llevar por sus emociones era mayor de lo que había anticipado.
—Lo pensaré, Orión —respondió en voz baja, tratando de evitar que sus emociones la traicionaran.
Se despidió de él y salió de la mansión con una mezcla de alivio y una creciente inquietud. Sabía que el reloj seguía corriendo, y cada vez estaba más cerca del desenlace, un desenlace que podría cambiar su vida para siempre.
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Entre Sombras y Pasiones
RomanceEn el corazón de una ciudad donde el poder y el peligro se entrelazan, Adira, una astuta investigadora privada con un pasado complejo, se encuentra en medio de una encrucijada. Su misión es infiltrarse en la organización de Orión, el enigmático y po...