IV

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A lo largo de toda su vida había conocido a muchas personas, personas que entraron en ella y se mantuvieron ahí por un tiempo. Minho es alguien social desde que era un niño, le gustaba convivir con los demás y ser amable con ellos, jugar, compartir cosas, hablar, dar regalos o simplemente mostrar interés en los demás de una forma pura y sincera, Minho siempre ha querido cosas buenas para todos.

Mientras el tiempo pasaba y él crecía, pudo conocer a todo tipo de ser humano, incluso los malos, él solo quería incluir a las personas y hacerlas sentir feliz, pero al hacerlo solo trajo infelicidad para él mismo. Nunca dejó que aquellas personas dañinas lo lastimaran o nunca lo demostró.

Cuando él comenzó a establecer un futuro y lo que haría a continuación, muchas de estas personas se acercaban a él interesado en lo que haría, pues Minho era de los pocos jóvenes que decidía su camino tan fácil y con el apoyo de uno de sus padres. 

Fuera de personas buenas que fueron pasajeras, también habían llegado simples personas con el interés a flote, personas que solo se acercaban a él por ser bueno en algunas áreas, por ser el hijo de padres populares, por ser muy rico económicamente o simplemente por ser un chico de apariencia muy guapa. Habían muchas personas que se acercaban solo por lo que tenía y no por lo que realmente era, Minho podía contar con sus manos las personas que realmente lo habían conocido a fondo, demostrando así que no son más de diez.

Una de las etapas donde esto más fue presenciado ocurrió durante su último año escolar, había debutado hace poco, por lo que todos en su escuela estaban locos al saber eso.

Desde que salió su primer single había recibido la atención de todos los estudiantes ahí, antes hablaba con algunos amigos, ahora todos quería hablarle, incluso las chicas que nunca lo habían volteado a ver siquiera una vez.

Minho aprovechó un poco la situación, comenzó a ser amigo de muchas personas más, salía, reía y se divertía con ellos, es lo que haría cualquier novato.

— Oye Min — llamó una chica, Minho detuvo su andar por el pasillo y volteó hacia la voz que lo llamaba.

La joven se acercó hasta él, quedando justo enfrente.

— No me digas Min, sabes que no me gusta — fue lo primero que dijo.

— Si si como sea, quería preguntarte si podíamos salir el sábado, se estrenó una película muy buena y me gustaría ir a verla contigo — Minho lo pensó un poco. 

— No sé si estoy libre... Está bien, vayamos, pero tengo que ver primero si puedo este sábado.— aceptó.

— Está bien, igual no hay problema con cambiar el día — la chica sonrió y Min por educación le devolvió aquella sonrisa. 

Su teléfono vibró, Lee sacó el aparato y revisó, un mensaje de su chófer avisando que ya estaba afuera de la escuela.

— Hyooni, ya me tengo que ir, te avisaré cualquier cosa — un amable Minho se despidió. La chica solo agitó su mano y camino también hacia la salida.

Minho al estar en la puerta se detuvo, estaba viendo bien? 

— ¡Hola Min!! — un chico de cabellos rubios movía sus manos de lado a lado, saludándolo.

— Lix!! — exclamó corriendo hasta donde se encontraba, luego lo abrazó con tanta emoción — Que haces aquí? Por qué no estás en tu escuela?

— Hoy salí más temprano de lo normal, así que decidí venir a recogerte junto al señor Cha — señaló el auto detrás de él, dando a entender que el nombrado estaba dentro.

— ¿Seguro que no te escapaste? 

— Confía en mi Min, sabes que no soy un chico malo como el de las series.— ambos rieron, Minho abrazó nuevamente a Felix por unos segundos y luego le sonrió.

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