Anorexic ↣ [𝚓.𝚜.𝚙]

𝖙𝖊𝖓𝖙𝖍 𝖜𝖊𝖊𝖐

SEMANA X

Era un mediodía de domingo. James, Will y Liam iban por los pasillos principales de la escuela directos al Gran Comedor para comer. Hoy tenían un partido cuanto menos importante contra la casa Ravenclaw.

El Potter se cruzó con su hermano pequeño, Albus, el cual salía del Comedor y recordó aquella carta que sus padres le habían mandado hace un par de días:
"Albus está bajando sus notas, James. A ver si consigues hablar con él, algo le debe de ocurrir".

—¡Oye, Al! — llamó la atención de su hermano. Sus dos amigos se quedaron parados un par de pasos delante y él les hizo un gesto para que siguieran caminando — ¿Podemos hablar?

—¿Qué pasa? — preguntó Albus Severus tras detener su paso en el medio del pasillo.

James le agarró de los hombros y decidió llevarlo hacia las paredes del vestíbulo.

—¿Qué tal te va? — dijo tratando de ocultar sus verdaderas intenciones.

—Bien, bien. ¿Tú qué tal?

—Perfecto a decir verdad. ¿Tus notas? — dijo sin irse más por las ramas.

—Es eso, ¿verdad? Algo te han dicho mamá y papá — e hizo el ademán de irse.

—Bueno — contestó deteniéndole —, entiende que se preocupen, Al. Has bajado mucho este curso sin razón aparente. Podría estarte pasando algo.

—No me pasa nada. Simplemente no se me da bien y ya — contestó seriamente apartando la mirada.

—¿Cómo vas a decir eso? Siempre te has sacado los cursos sin problema. Quizá andas distraído — sugirió James.

—¿Qué quieres decir con eso? — dijo Albus volviendo a clavar su mirada en él.

—Es solo que no creo que te estés juntando con la gente correcta — respondió el mayor bajando la voz y poniéndole una mano en el hombro.

—¿A qué llamas la gente correcta? ¿Gente como tú? — y le quitó la mano de su hombro a la fuerza.

James le dio una mirada desconcertada.

—¿Gente que se burla de los demás y hace daño a la gente? — siguió Albus.

—Sabes que yo ya no soy así — sentenció con severidad.

—Nunca te ha gustado que esté en Slytherin, ni que me junte con Scorpius — dijo el menor ignorando las excusas de su hermano.

—Bueno, digamos que no me convence mucho que mi hermano se junte con el hijo de un exmortífago.

—En qué momento entenderás que Scorpius no es como Draco, ni como Lucius. ¿Qué piensas tú cuando la gente se espera que seas igual de bueno que papá? ¿O que el abuelo?

—Sabes que eso no tiene nada que ver. Una educación... — empezó a decir antes de que Albus le interrumpiera.

—¿Qué vas a saber de la educación de Scorpius si no te has molestado en conocerlo si quiera? Ni una sola noche ha venido a cenar a casa.

—Mira, Albus, creo que estás malinterpretando las cosas. Yo no soy el único al que le pueda chocar tus amigos.

—No sé ni para que intento hablar contigo — dijo mirándole directamente a los ojos — Buena suerte en el partido, gilipollas — y le dio un pequeño empujón a su hermano mayor para darse paso a través del pasillo.