Play | Nohyuck

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Donghyuck

Pensé que el viaje a casa había sido estresante, pero no tenía nada que ver con esperar a que llegara el FBI. Estaba a punto de volverme loco. Estaba nervioso como si hubiera bebido cinco espressos seguidos, cuando en realidad, me tomé una sola taza de café.       

Eché un vistazo a la taza que estaba sosteniendo.

Media taza de café.

No podía soportar ninguno de los deliciosos pasteles que me había proporcionado Yoona. Con la forma en que mi estómago se estaba haciendo un nudo, dudaba que se quedara abajo. Demonios, ni siquiera estaba seguro de que el café fuera a quedarse.

—Hola, soy Ren.

Miré al hombre que se había sentado a mi lado. 

—Donghyuck.

El chico sonrió.

—Lo sé. Tienes mi antiguo trabajo. Bueno, más o menos. Yo solía ser el asistente ejecutivo de Jisung, no el de Mark.

—¿Qué haces ahora? 

—Soy el Director de Operaciones de Silver Spoons Inc., que es una forma elegante de decir que sigo siendo el asistente ejecutivo de Jisung. Solo tengo un título que suena importante y un aumento de sueldo. Dado que soy dueño de la mitad de la participación de Jisung en la empresa, no podía dejarme solo como su asistente ejecutivo.

Entrecerré los ojos al hombre.

—¿Cómo es que posees la mitad de la participación del Sr. Jisung en la empresa?

Ren se rió entre dientes.

—Me casé con él.

Sí, eso era. Ren agitó la mano por la habitación.

—¿Crees que esto es una locura? Me dispararon.

Me quedé boquiabierto.

—¿Te dispararon?

—Dos veces.

—¿Cómo? 

—La perra psicópata del infierno me disparó la primera vez, pero no te preocupes. Está encerrada en un manicomio. La segunda vez fue el hijo del dueño de una de las empresas que habíamos comprado. Quería recuperar la empresa, así que mató a su padre y luego trató de que Jisung le devolviera la empresa. En el caos, me dispararon.

—Maldición.

—Jaemin también lo pasó mal.

—¿Jaemin?

—Jaemin Lee.

—Es el hombre que me contrató para trabajar para el Sr. Mark.

—Su marido.

—¿Qué le sucedió?

—Senador codicioso, matones, intento de secuestro, su hermana fue golpeada hasta la mierda cuando estaba embarazada, teniendo que cuidar al bebé cuando nació prematuro debido a ese ataque—. Ren se encogió de hombros. —No es fácil estar con los hombres de Silver Spoons Inc., pero vale la pena.

—No estoy... seguro de estar con Jeno. Quiero decir, no realmente. No nos casamos porque quisiéramos. Como que nos despertamos de esa manera.

Ren sonrió y movió las cejas.