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Jeno

 



—¿Debería hacer una maleta ahora? —Preguntó.

Silbé en voz baja cuando Donghyuck salió de su habitación. Se había puesto un traje azul marino de tres piezas con una pajarita de damasco dorado y un pañuelo de bolsillo a juego. Parecía muy inteligente, tanto en apariencia como en cerebro.

Tenía un deseo loco de estropearlo.

—No, regresaremos más tarde y recogeremos una bolsa. Haré que Dejun se encargue de que alguien venga a empacar tu apartamento—. Eché un vistazo alrededor del acogedor lugar. El mullido sofá de color crema y el colorido arte en las paredes hacían que el lugar se sintiera luminoso y alegre, pero cálido y reconfortante al mismo tiempo.

Era un departamento espacioso para la zona. Silver Spoons Inc. poseía un par de edificios de apartamentos en el vecindario, así que sabía cuánto costaba vivir aquí.

—Me gusta cómo has decorado este lugar. ¿Quizás te gustaría probar la decoración en el ático? 

Las cejas de Donghyuck casi golpearon su línea del cabello cuando se dispararon. 

—¿Quieres que decore tu ático? 

—Nuestro ático. 

—¡Jeno!

Me reí entre dientes mientras tomaba la mano de Donghyuck y la colocaba en mi regazo.

—Sí, Donghyuck, me gustaría mucho que decoraras nuestro ático y lo hicieras más hogareño. Sospecho que pasaré más tiempo en casa en el futuro y me gustaría estar cómodo.

—¿No te gusta tu lugar? 

—Honestamente, no, no realmente. 

—Entonces, ¿por qué lo decoraste así? 

—No lo hice. Cuando construimos el Silver Building y pusimos nuestros tres áticos en el último piso, Mark contrató a un decorador de interiores. Se veía así cuando me mudé.

—Oh, gracias a Dios. —Donghyuck se relajó contra mí. —Estoy seguro de que tu ático podría aparecer en Architectural Digest, pero es bastante frío e incómodo.

—Por eso me gustaría que lo decoraras.

Donghyuck echó la cabeza hacia atrás y sonrió. 

—¿Qué tal si lo decoramos juntos? 

Me gustó aún más esa idea.

—¿Qué tal si consideras convertirte en mi asistente ejecutivo para poder viajar por todo el mundo conmigo y evitar que me meta en problemas? 

La idea acababa de surgirme. Había tenido asistentes antes, pero nunca por mucho tiempo. Solía exigir demasiado a las personas que trabajaban estrechamente conmigo, esperando que hicieran su trabajo y no intentaran caer en mi cama. Nunca me acosté con nadie con quien trabajé.

Hasta ahora.

—¿Quieres que trabaje para ti? 

—Creo que es una gran idea. De esa manera, no tendría que dejarte en casa mientras no estoy. Podría llevarte conmigo—. La idea estaba creciendo en mí cada segundo. Podría llevar a Donghyuck a todos mis viajes, mostrarle el mundo y nunca tener que dejarlo en casa sin mí.

Donghyuck me miró de reojo. 

—¿Estás seguro de que no solo quieres culo gratis? 

Me reí. 

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