Capítulo 5

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Juro solemnemente que mis intenciones no son buenas..

Para el momento que Astoria dejo la sala de menesteres, Draco decidió tomar su rutina antes de ir a desayunar

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Para el momento que Astoria dejo la sala de menesteres, Draco decidió tomar su rutina antes de ir a desayunar. No quería llegar tarde y que la gente este de chismosa de por qué no está, aunque van a estar así por que Harry no llego a desayunar y los leones lo estarán buscando por no haber llegado a dormir, pero es mejor estar para que no piensen que el hizo aunque la verdad es que son ellos lo que le hicieron algo.

Pero ver a su esmeralda era una visión habitual: Harry, con su cabello desordenado y una expresión de frustración en el rostro, intentaba dormir sin mucho éxito. La escena resultaba inusualmente entrañable. Harry estaba claramente inquieto, moviéndose sin parar bajo las cobijas.

Draco no pudo evitar soltar una risa suave. La imagen de Harry revolviéndose en la cama le pareció, sorprendentemente, tierna. Decidió acercarse y, con un toque de malicia en su voz, dijo:

—Así que Potter no puede dormir.

Harry se sobresaltó, sus ojos se abrieron de par en par al escuchar la voz de Draco. Con un movimiento rápido, se llevó una mano al pecho como si intentara calmar su corazón.

—¡Draco! No me asustes así —exclamó Harry, con un leve rubor en sus mejillas.

Draco se inclinó, tratando de controlar su risa.

—Lo siento, Harry. Es solo que te ves bastante tierno intentando dormir así.

Harry frunció el ceño y mostró un puchero que hizo que Draco quisiera reír aún más.

—Es que no puedo dormir —dijo Harry con una expresión melancólica—. Quiero seguir durmiendo, pero mi mente no me deja en paz.

Draco se quedó en silencio por un momento, observando a Harry con una mezcla de curiosidad y compasión. La escena era tan inusual y tierna que no pudo evitar sentirse un poco compasivo. Se acercó a la cama y, con un toque juguetón, empezó a jugar con los rizos desordenados de Harry, que se habían vuelto aún más caóticos con el esfuerzo de encontrar descanso.

—¿Quieres que te traiga una posición para dormir o necesitas algo diferente para que esa cabecita tuya pueda descansar? —preguntó Draco con una sonrisa ladeada, sus dedos acariciando suavemente los rizos de Harry.

—No estoy seguro —respondió Harry, frotándose los ojos y tratando de mantener el tono de voz bajo—. Mi mente no para de dar vueltas, y no sé qué hacer para desconectar.

Draco se sentó al borde de la cama, la sonrisa en su rostro se suavizó en una expresión de sincera preocupación. Aunque su actitud solía ser arrogante y distante, en este momento su esmeralda lo ocupa mas que nada y no dejara que se repita los sucesos de ayer.

—A veces, lo único que se necesita es hablar de lo que te preocupa. ¿Quieres contarme qué es lo que está causando tanto caos en tu cabeza? —sugirió Draco, su voz suave y calmada.

El beso del verdadero amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora