Es enfermo decir que la ansiedad no existe, que es solo una excusa para no hacer nada. Pero a veces hay que fijarnos también en el hombre que habla, porque esta enfermedad no es solo un sentimiento, es un abismo de ellos que te hace perderte en cada momento. Te hace sentir como que te mueres por dentro; se crea de tantas formas, te estresa de tantas maneras que hasta te pone normas. Y es que, a veces, te hace perderte vidas enteras.
La ansiedad no es solo sentirse triste y estresado; es sentirse todo eso y sobrepasado. Te hace creer que no puedes con nada, se clava en tu cerebro y duele tanto como si fuera una espada. Y encima, te levantas cada mañana para acabar una jornada; te somete y te disminuye. Pasan los meses y sientes que no huye. Te destroza tanto que ya no es que no te respete, es que si no tomas el mando, es posible que nunca te libere.
Negar su existencia no hace que desaparezca. No es un escudo de tu vida que te proteja, porque por más que niegues, cuando las cosas malas de tu vida sean más que las buenas, te pierdes entre ellas hasta que al final te encarcelas. Tu mente es un lío de emociones, te pierdes entre tantas sensaciones, tu estómago se cierra, y te hace entrar en una guerra.
No comes nada o comes mucho. Mi voz se apaga tanto que ya no la escucho, solo es que ya no lucho, y eso no es ni el comienzo. Así que lo mejor es empezar a pensar que no solo es un pensamiento. Te hace entrar en malos hábitos, como mala higiene, hasta que al final obtiene lo que quiere. Te hace perder las ganas de todo, con su oscuridad le apaga el brillo a todo lo bonito. Es así de sencillo.
Te aleja de tu familia, amigos y tus intereses, y eso puede durar meses. Cada caso es distinto, sobre todo por el inicio, pero algo que coincide es que te hace perder tu juicio. Es un indicio de tu propio sacrificio y te lleva hasta un precipicio para que jamás regreses. Te genera tanta envidia y te hace creer que se necesita justicia, pero te digo una noticia: todo esto que inicia te lleva hacia un lío de desquicia.
Esta enfermedad es mental, te ataca desde el cerebro, te cambia tu percepción de la vida y te hace creer que ya nada brilla. Lo peor es que no se cura con dinero, y mata a tu guerrero interno. Te sientes vacío, sientes que tu corazón late más despacio y te deja un gran espacio. Y si esta se crea por tus gustos, te encierra en un armario. Actúa mucho más rápido, te sientes partido y sientes que tu alma se ha ido.
Preocupas a toda tu familia, aunque a esta enfermedad le encanta hacerte pensar que a nadie le importas en verdad. Te mete en la cabeza que si te fueras, todo seguiría igual. Y esta idea en tu mente empieza a brotar. Piensas que muchos te llegarían a criticar, pero que a nadie le podrías llegar a importar. Y aunque suene estúpido a simple vista, desde tu perspectiva se hace mucho más realista. Te hace perderte buscando la salida, y si te caes, te abre una gran herida.
Ahora, hablando en un momento especial, la ansiedad puede ser tanta que te puede provocar un ataque que te hace sentir que desapareces de tu realidad. Tu corazón se empieza a acelerar y todo te vuelve a sobrepasar. Tus manos empiezan a temblar, y tu mente se apaga y ya no sabes qué pensar. Empiezas a hiperventilar mientras tu pecho se empieza a cerrar. Mucha gente a tu alrededor se empieza a preocupar y no saben cómo actuar, y eso es normal. Pero abalanzarse todos sobre una persona solo hace que se estrese más.
Te bloquea de todo lo que haces y no sabes cómo avanzar. Te hace pensar que el problema es más grande que tú, cuando obviamente no es verdad. Pero tú en ese momento no puedes preocuparte por eso. Tu mente está en mil temas y sientes que todo tiembla. La razón del ataque puede parecer absurda a la vista de los demás, pero para alguien que ve cada problema como si fuera más, juro que su mente le hace ver eso como un problema de verdad, aunque puede que no lo sea. Y eso en su mente no le entra; tiene tantos problemas dentro que no cabe cualquier idea buena.
Necesita volver a la realidad para cada vez volver a respirar normal. No le preguntes a una persona en un ataque qué puedes hacer, porque aunque sé que intentas ayudar, si no sabe ni qué hacer ella, solo se puede centrar en respirar. En ese momento no puede hablar, porque si no, se podría ahogar. Una vez que entra, ella no desaparece; puedes calmarla y tranquilizarla, pero no ahuyentarla. Deberías aprender a controlarla y a amarla, aunque sé que es difícil, y que a veces puede volver a atacar. Tienes que tener en mente que esto se va a acabar, aunque no sepas cuándo va a pasar.
Todo esto no es ni la mitad de lo que sufre una persona que tiene ansiedad, pero es tanto que sirve para hacer entender que esta enfermedad sí existe. Así que lo mejor será que no la critiques.
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de sudor y lagrimas a tinta y papel
Poetrypoemas lindos de cuando me aburro para despertar mi creatividad, ns si son buenos o no (voya intentar pasarlos al autocorrector) seguramente alguno (varios) seran poemas de personajes dedicados a otros, ns si se a entendido, son mis ideas i pensamie...