Capítulo 7

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Agarro a mi hermano de la mano, sus ojos están fijos en un puto en concreto, ese punto es nustra casa que ahora pertenece al pasado. Sus ojos brillan como un astro luminoso, y se puede apreciar perfectamente que en poco segundos las lágrimas estallarán de sus ojos, yo aparto la mirada corriendo, ver a mi hermano llorar empeoraría aún más la situación y he decidido no derrumbarme, por lo menos durante el tiempo en el que permanezcamos en nuestro antigüo hogar. 

Avanzamos lentamente a través del pequeño camino de asfalto que llega hasta la puerta principal, Patricia se aproxima a abrirla y en apenas unos segundos nos encontramos en el recibidor, rodeados de fotos y más fotos que relatan nuestra vida a la perfección. Mis primeros pasos, el primer cumpleaños de mi hermano, nuestras fotos cocinando con mamá, nuestras excursiones por el monte, las fotos de la playa... todo en apenas unos segundo a aparecido de manera muy repentina en nuestros ojos, y la verdad es que no resulta nada fácil afrontarlo de esta manera. Mi hermano me suelta la mano y sale corriendo escaleras arriba en dirección hacia su habitación, pega un portazo y el la soledad se apodera de mí. Instantes antes de derrumbarme, Patricia me devuelve a la realidad que me rodea y me dice:

Patricia. - Laura cariño, yo iré ha hablar con tu hermano, tu debes ir a tu habitación y recojer sobre todo, todas las piezas de ropa que quieras llevarte, iremos al menos una vez al mes al centro comercial de compras, así que no es necesario que cojas todo, si bien quieres cojer algun recuerdo de fotos o algo de valor o importante para tí también puedes, pero no tardes mucho, ya que ver todos estos recuerdos no es bueno para vosotros.

- De acuerdo, no tardaré mucho. Ah, y en caso de que mi hermano no te haga caso no te preocupes, ya me encargaré yo de recoger su ropa y luego le intentaré convencer para que recoja algún juguete o algo si quiere. -

Patricia. - Vale, gracias cariño. 

Me apresuro a subir a mi habitacíon, si no reacuerdo mal, yo tenía dos maletas bastante grandes detrás del armario, en un rincón pequeño, las cojeré y las empezaré a cargar de ropa y ropa hasta que ya no entre más.

Mi habitación se encuentra tal y como la recordaba, la cama esta deshecha ya que aquel día me levante tarde y no me dio tiempo ha hacerla, en cambio, el resto de la habitación está ordenada y se puede apreciar el olor del perfume que mi madre usaba. Me acerco hasta el armario, abro las puertas y empiezo a sacar pantalones, camisetas y prendas de abrigo de todo tipo, por si acaso hace algún día frío, aunque espero que no ya que el verano comenzará en menos de una semana.

Una vez acabadas las maletas, me dirijo a la habitación de mi hermano, se encuntra tumbado a un lado del suelo, ha bajado las persianas y solo deja pasar unos rayos ténues pertenceientes a la luz solar, Patricia se ha dado por vencida, mi hermano no hace ningún gesto de interés por lo que le esté contando por lo que decido quedarme a solas con él y preguntarle.

- ¿Por qué no te has tumbado en la cama? No pasa nada si la deschaces dudo que volvamos aquí. Por favor Lucas hazme caso...

Lucas.- No me quiero tumbar en la cama (sus palabras suenan entre pequeños sollozos)

- Pero, ¿por qué? No te voy a reñir ni nada si la deshaces.

Lucas.- No me quiero tumbar por que mi cama me la hizo mamá, fue la última vez en la que colocó mis peluches y no quiero deshacerla. Además, mamá se dejo un jerséy encima de la cama y huele a ella, no quiero olvidarla nunca por eso no quiero estropearla. (rompe a llorar)

Me ha dejado helada, no esperaba de él esa respuesta, es muy tierno, para ser tan pequeño esta mostrando mucha madurez, y la verdad es que me he quedado sin armas, no sé como responderle por lo que decido tumbarme a su lado y cerrar los ojos durante unos minutos, olvidarme de todo esto miestras cierro los ojos en la habitación que más veces hemos peleado y jugado de pequeños, en la que siempre nos escondíamos y en la que nuestros padres siempre nos encontraban y nos reñían por no bajar ha cenar los días en los que había pescado y nos quedábamos debajo de la cama.

CONTINUARÁ...

Lo que los ojos no ven.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora