5. Junto a ti

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―Por favor, no le vayan a decir a Miranda

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―Por favor, no le vayan a decir a Miranda. Déjenla disfrutar de su viaje. Cuando regrese, le diremos.

Eric, Natalia y Daniela la miraron como si estuviera loca.

Después de lo del cementerio, habían ido a casa de Eric, puesto que Verónica le había dicho que no quería pasar la noche en su casa. Se encontraban sentados en la sala comiendo hamburguesas, todos menos Ve, ya que ella había comido lo que la madre de Daniela le preparó. Una comida más nutritiva que las hamburguesas.

―¿Sabes lo alterada que se pondrá Miranda si se entera no sé cuántos días después? ―Daniela fue la primera en responder la petición de Verónica.

―Hay que decirle ya mismo ―Coincidió Natalia.

Verónica lo miró y él mordió su hamburguesa, encogiéndose de hombros.

―Ve ―dijo, después de tragar, al ver que ella seguía mirándolo―. Coincido con las chicas. Aunque sea una mala noticia, no puedes esperar a que llegue y decirle así como si nada. Se va a sentir muy mal porque no pudo estar para ti, no le quites eso.

―No quiero dañar su compromiso.

―Estoy segura de que ni Miranda ni Parker lo tomarán como dañarles el compromiso ―dijo Nat―. Fue algo que nos tomó por sorpresa a todos; dejárselo saber es importante, será importante para ella. Omitirle esto hasta que llegue es... una mala idea.

Verónica asintió y sonrió levemente, aunque Eric no supo por qué. Pero le alegró que su novia todavía pudiera sonreír, así fuera por unos pocos segundos.

―Sí... a Miranda no le gusta que le omitan información ―suspiró―. Aun así...

Daniela se revolvió incómoda en el sofá y Verónica la miró con ojos entrecerrados.

―¿Qué pasa, Daniela?

Daniela compartió una mirada sospechosa con Natalia. Hasta él la había notado.

Verónica las miró alternativamente, alzando las cejas.

―¿Ya se lo dijeron, cierto?

Natalia asintió, suspirando.

―Sí. Sabíamos que no ibas a querer decirle, pero eso lo pensamos después de que yo le dijera.

Ve suspiró y sacudió la cabeza.

―¿Hace cuánto se lo dijeron? Por Dios, que pena con ella. De seguro está toda nerviosa y...

―Quédate tranquila, Ve ―Eric buscó su mano y la atrapó en la de él, acariciándole la piel con su pulgar―. Es Miranda, no una desconocida. Y no te va a culpar por nada. No sabíamos que esto pasaría.

―Se lo dijimos en cuanto Eric nos avisó. Lo siento, Ve ―expresó la pelirroja.

Verónica asintió.

De regreso a ti  |Amar de nuevo 2|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora