25.- Fernando Tapia.

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—¿Cómo te fue el día de hoy? — preguntó al verla entrar, abrió sus brazos y la recibió con un abrazo fuerte.

—Bien papi, estamos trabajando con las lesiones.

—Que bueno, ojalá ya puedan sacar adelante a Palomo. — asintió.

—¿Y tú?

—Lo mismo de siempre, tengo que ir a checar el vendaje de Diego, ¿me esperas aquí? Tu mamá debe tener ya la comida lista.

—No te preocupes pa, tú ve a hacer eso, aquí te espero. — beso su frente y salió de la sala de fisioterapia.

Tomó uno de los libros de kinesiología, le encantaba seguir actualizándome en todo esto. Aunque hacía más de un año que se había recibido de la carrera y ya trabajaba en esto, le encantaba seguir informándome, nunca era mal hacerlo. Unos toquidos en la puerta llamaron su atención.

—¿Se puede?

—Adelante. — cerró el libro, su vista se posicionó en el nuevo refuerzo del equipo, Fernando Tapia.

—Me mandaron para acá.

—Mi p... — la interrumpió.

—Que grosero, no me presente. — rió un poco. — soy Fernando. — le ofreció su mano y la estrechó, la miraba con una sonrisa gigante, dejando ver su dentadura.

—Hanna, un gusto. — le sonrió — solo que... — volvió a interrumpirla, que manía.

—¿Me podrías ayudar? Siento un poco suelta la rodilla, en la última atajada me golpee y me da miedo alguna lesión. — dijo, y miró su rodilla, notaba un poco de hinchazón.

—Necesitas que la estabilice con cinta kinesiologica, dame un momento y lo hago, siéntate. — asintió, haciéndole caso inmediatamente, lo vio subirse a la camilla de masajes y se acercó al estante donde los kinesiologos, fisioterapeutas y los masajistas tienen su material de trabajo.

No veía mal hacerle la estabilización de la rodilla, ella era kinesiologa, su papá era fisioterapeuta, sabía perfectamente lo que hacía.

—¿Anteriormente habías tenido lesiones en esta rodilla? — pregunto mientras la tocaba, no se sentía diferente y si no se equivocaba, no se había lesionado anteriormente, no al menos en esa rodilla.

—No, nunca.

—Solo fue el golpe, está un poco hinchada y por eso sientes la incomodidad, te pondré un poco de pomada para desinflamar, ¿no eres alérgico a nada? — negó. — muy bien, dejaremos que seque un poco y pasaré a ponerte la cinta.

—Te lo agradezco. — lo miró y él la miraba fijamente, así que solo le sonrió.

Se puso los guantes para poder poner la pomada en su rodilla y poder masajearla. Ambos estaban en un silencio absoluto, nada raro, apenas y se conocían.

Después de un rato comenzó con la fijación de su rodilla, sin duda era su actividad favorita.

—Puedes ayudarme moviendo tu pierna. — asintió, con su ayuda comenzaron a mover su pierna y rodilla de adelante hacia atrás. — ¿cómo la sientes?

—Bien, un poco más segura.

—Bien, entonces acabamos. — dijo quitándose los guantes y él se levantó de la camilla.

—Muchas gracias, de verdad.

—De nada, mucho cuidado.



—Buenos días.

—¡Fer, buenos días, pasa! ¿Qué te trae por acá? — preguntó Emiliano

—El masaje de la rodilla, la kine ayer me ayudó un poco porque no la sentía estable.

IMAGINAS-ONE SHOTS [Club Tigres]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora