1. El hombre

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Juliette Despertó una mañana, con la suficiente energía para ir de viaje a un lugar pero que no haya cosas como una estatua, no tengo tanta motivación para ir a esos tipos de lugares. miró la hora en su teléfono, eran las seis de la mañana, el sol entraba por la ventana de su cuarto, decidió ponerse de pie y se frotó los ojos con un poco de sueño. ella vivía cerca de una terminal de viajes, se dirigió a su mueble de ropa y tomó sus prendas de ropa preferidas.

es una muchacha exploradora, le encanta viajar y el hecho de que esa terminal de buses esté cerca de su casa para ella era anillo al dedo. salió de casa, pero antes tomó una botella de agua. miraba a gente que volvía de sus viajes y ella se sentía feliz al saber la satisfacción de saber que esa gente la pasó bien en sus viajes.

cuando llegó a la terminal era un lugar mediano, con varios buses y algunas camionetas, con dos puestos parecidos a los que venden diarios. allí estaba el amigo de Juliette, Mark, un joven de cabello castaño, de alta estatura, casi un metro noventa. cuando la vio sus ojos se iluminaron, era normal.

- ¡Hey Mark! - gritó mientras saludaba con su mano a lo que el joven que atendía el puesto le devolvíó el saludo mientras atendía una familia que estaba comprando un pasaje de viaje.

por lo que Juliette en lugar de interrumpir, empezó a mirar los folletos que había para turistas, cuando encontró uno con un papel medio de color marrón, como si fuera antiguo, le llamó la atención y lo tomó. era un papel que decía: "¡ven a Gravity Falls, un pequeño pueblo en Oregón. tenemos la mejor cabaña con cosas extrañas del mundo!". cuando leyó eso, comenzó a reír un poco.

-no quieres ir allí, cierto? - preguntó Mark dándose cuenta de lo que su amiga estaba leyendo.

ella le puso un rostro como de perrito apenado mientras juntaba sus manos a lo que Mark gira los ojos y suelta un suspiro agobiado.

- Jul.. es un lugar, extraño...- dijo en un tono incomodo el muchacho - no querrás saber que cosas hay ahí- aseguró. a la muchacha no le importó y levantó ambos hombros como señal de que no le importa.

-Un boleto para Gravity falls!- cuando dijo eso, la gente del lugar se giró para verla. a lo que Mark puso una mano en su rostro y le dio un boleto.

-son doscientos dólares. - al oír el precio, Juliette sacó el dinero y se lo dio a su amigo.

la gente del lugar empezó a murmurar, pero a ella no le importó lo que la gente diga, revisó su boleto y el viaje era esa misma tarde, corrió a su casa y empezó a preparar su maleta. estaba demasiado ansiosa, revisó por toda su casa a ver si había algo para limpiar y no dejar sucia su casa.

Después de que ella terminara de empacar y limpiar, vio la hora en su reloj, faltaba más de tres horas para su viaje, no le importó, decidió ir igual a la terminal. tomó como pudo sus cosas, era una mochila grande casi como de explorador y un pequeño bolso que ahí tenía sus cosas personales. al dirigirse al lugar, vio un montón de personas, si, eran turistas y le comenzaron a preguntar donde podían ir a tomar un café y ella siempre recomendaba el Starbucks que había a diez calles del lugar. siguió caminando y miraba el cielo, estaba celeste y con pocas nubes. al llegar a la terminal, Mark estaba sentado fuera de su puesto en una pequeña silla como de playa y miró a Juliette mientras se ponía sus manos en el rostro agobiado.

-no te puedo creer que irás allí...- dijo indignado mientras veía a su amiga acercarse feliz con sus bolsos.

- es una oportunidad para conocer un pueblo divertido y haya cosas extrañas, cierto?- preguntó entusiasmada a lo que Mark ríe

-si encuentras un caballo tigre, traemelo!- exigió poniendo un tono burlón a lo que la muchacha le golpeo en el pecho. -muy gracioso- respondió molesta.

Más allá del Misterio | Stanford PinesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora