*Middle of the night (violín): Joel Sunny*
Una de las cosas que siempre han caracterizado a Harry, es su gran convicción cuando quiere conseguir algo. Con veinticinco años había logrado más de lo que muchos duques no pudieron en todo su mandato. Su tenacidad y su fuerza de voluntad, era algo que no era del todo común en esa época.
Desde que su padre falleció, Harry se encargó de cada uno de sus negocios sin pensar en la mínima posibilidad de algún día casarse. Junto a Niall, conocieron lo que eran los clubes de caballeros en cuanto alcanzaron la edad permitida y la gran variedad de alfas, omegas y betas que se abrían a la oportunidad de pasar una noche con ellos. El sexo fue su único interés; nadie le había llamado la atención, ni los intentos de matrimonios arreglados que su madre por años orquestó y jamás le funcionó.
Y ahora terminaba los últimos detalles de un baile que él mismo organizó para cazar al alfa que lo dominó. Las vueltas que daba la vida.
Hacía una semana que el festival de primavera llegó a su fin, y desde que el duque lo tiró al lago, no había vuelto a saber de él más de lo que Rosaline le contaba. Y a duras penas, porque ni siquiera Debora se dejaba ver desde entonces. La incertidumbre de la familia Tomlinson se volvió algo que los Styles catalogaron como una catarsis, ya que con tras el escándalo que suscitó, cientos y cientos de alfas llegaron a visitarlos. Menos a ellos.
Rosaline no se preocupaba en lo absoluto, ya que creía firmemente que la cortejaría tarde o temprano, a pesar de la mala actitud del duque. No era el mismo caso que su madre; enloqueció tan solo al ver por la ventana la enorme fila de pretendientes que su oponente tenía y su hija apenas consiguió la visita de un vizconde en toda la semana. Sus pobres nervios estaban por hacerla perder la razón, pero cuando Harry le contó de su plan, la alegría de la casa resucitó.
Les contó que para mediados de mayo realizaría un baile en Greystone Hall. Annette se sintió complacida por esto, y aún más cuando le mintió diciéndole que lo hacía para que su hermana consiguiera cientos de pretendientes. En cierta parte era así, aunque la realidad iba más con el intento de que se enamorara de otro tonto y él pudiera acercarse al duque sin sentirse culpable por lo que su hermana sintiera.
Niall creía que era una idea pésima, pero cuando le contó que el evento sería de máscaras, la verdad es que no pudo resistirse a ser su cómplice.
―¡Debemos agregar oro, mucho oro!―insistió Niall. El joven beta comentaba eufórico desde su asiento en la oficina de Harry. Llevaban un par de horas organizando los detalles finales para el evento y su amigo le acompañaba con una copa de whisky desde temprano―. Estoy seguro que con eso lo vas a impresionar.
―No creo que el duque se impresione con joyas o con excentricidades. Toda su vida ha estado rodeado de una de las fortunas más grandes de Europa―señaló Harry. Estaba sentado frente a Niall con una pierna cruzada. Bebió de su copa―. Me parece mejor iniciar con lo simple. Durante el baile de máscaras lo invitaré a bailar. No puede negarse si no sabe quién soy.
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El Duque de Lancaster
FanfictionTras años en Estados Unidos, el Duque de Lancaster regresa a Inglaterra para asumir su título y responsabilidades familiares tras la muerte de su padre. Su principal tarea: encontrar un marido adecuado para su hermana menor y reintegrarse a la alta...