Tears of goodbye - Genmui

Why not in this one? (Final Alternativo)

Hubo otro día de trabajo, otra vez. Cada uno de ellos siempre era bastante ocupado, que se estacionaron en un lugar prohibido, tal vez algún que otro caso serio, un gato en la cima de un árbol... Cuando era un niño, realmente no me imaginaba la cantidad de trabajo que llegaría a tener como policía. Pero así era como debía vivir, tampoco me molestaba, aquella profesión me gustaba bastante. Aunque a veces solía ser molesto, una vez tuvimos a un adolescente en la mira por muchas quejas, y una vez saltó encima de nuestro carro policial de mi y mi superior. Fue un dolor de cabeza.

Ya era bastante tarde, guardé mis cosas y me despedí de mis compañeros, terminando mi jornada allí. De camino a casa me dio bastante sed, así que había decidido ir a comprar un agua en una tienda cercana, cuando me acerqué a la tienda divisé a un chico de por ahí leyendo un libro, se veía bastante antiguo. Nada más por curiosidad empecé a hablar con él, y me dijo un par de cosas interesantes para mí. Su nombre era "Yoshiteru Agatsuma" y aquel libro en sus manos era en realidad un diario de su bisabuelo. Le pregunté si podía leer un pedazo, este aceptó y me pasó el diario. Estaba en una parte que me parecía extrañamente conocida, sin embargo no sabía nada de lo que trataba aquellas historias de su bisabuelo.

"Muichiro y Genya se volvieron bastante cercanos después de la pelea en la aldea de los herreros, los vi saliendo juntos varias veces. Justamente hoy Muichiro vino para verme a mí y a él, sobre que tal nos estábamos recuperándonos... Y la verdad es que Genya estaba más que perfecto, mientras que yo si tendría alguno que otro problema serio, todavía no podía caminar sin muletas, así que estaba lastimado aún. Pero esos dos son muy raros, o por lo menos han estado actuando raro, Genya trata demasiado bien a Tokito como para ser de verdad él... Ni siquiera lo hace conmigo y yo si quería ser su amigo... Pero, la verdad es que mejoramos bastante! Ya me trata mejor que antes! Parece que va a haber un entrenamiento de pilares en los siguientes días. Que triste que tenía que recuperarme primero... Pero así eran las cosas. Sobre Muichiro y Genya... Kanao me dijo que igual le parece extraño! Me pregunto que tendrán esos dos..."

Que trivial, no me interesaba mucho, sin embargo el chico parecía tener una gran fijación en el diario, diciendo que de verdad pasaron aquellas cosas. Y mientras esperaba a que me dieran mi agua me habló de cada mínimo detalle sobre aquella historia. También me dijo que había unas personas en el libro que sospecha que estaban enamorados, pero sus destinos fueron separados... Y blah blah blah. Mucha charla, sonaba un poco loco todo lo que estaba diciendo... Me costaba creerle cualquiera de sus palabras, pues la siguiente a la otra sonaba aún más sacada de un cuento de acción más que de una historia real... ¿Cuervos que hablan, respiraciones? Pff.... Que imaginación la de su bisabuelo. Tenia mis dudas de si era real o no, pero seguramente solo era otro pobre viejo el cual fue afectado por la guerra. Qué maldición la guerra... Un gran par de inocentes cuyas familias fueron arrebatadas por los ataques o fueron obligados a estar allí peleando contra otro par de inocentes en las mismas condiciones... Solo esperaba que no hubiera nada así otra vez. Miré al chico antes de irme y me despedí cordialmente, dirigiéndome a mi hogar... Para descansar un poco. Me acurruqué dentro de mis sábanas y dejé que el sueño me consumiera.

Al día siguiente tuve que volver a comenzar la misma rutina de siempre, despertarme, dar de comer a mi perrita, cocinar mi desayuno, comer, arreglarme y salir. El camino fue más tranquilo de lo que imaginaba, daba algo de escalofríos la calma.

Pasé por un colegio prestigioso mientras caminaba, me pregunto que hubiera pasado si yo hubiera estudiado allí. Mientras me sumía en mis pensamientos sentí como mi corazón se estrujaba de la nada y un dolor aparecía en mi pecho. Miré a los lados, tratando de divisar lo que se que me hubiera hecho sentir así, cuando noté a una mujer que se había parado a mi lado, junto con un par de gemelos. Me dió ternura ver a esos dos pequeños jugar, me recordaba mis antiguos recuerdos. Sin embargo algo pintaba mal, uno de los niños me miró y se quedó en blanco, mi mente igualmente se quedó en blanco, lo escuché murmurar un nombre. Mas su gemelo le pidió seguir jugando y este cedió. Mi boca también soltó unas palabras al aire, pero yo no podía escucharlas. No entendía nada... ¿Quién era ese niño? Quien supuse que era la madre llamó a los gemelos y les dijo de irse. El pequeño me miraba asombrado, le costó moverse de lugar, e igualmente a mí, mi cuerpo me negaba moverme. Moví mi cabeza y me dirigí al trabajo. Que momento tan extraño... Sentía hasta ganas de llorar de la nada. Y el labor no ayudaba... Puro papel, y papel.... Y de verdad que odiaba los días de papelería, que aburridos y tediosos. Mentiría si no dijera que me dormí mientras terminaba de firmar unos papeles. El sueño que tuve fue extraño, era tal y como el relato del diario de aquel chico que me encontré ayer en la tienda. Según aquel tonto sueño... Yo conocía a ese niño, no de esta vida. Pero de otra... Cadenas rodeaban mis muñecas, y no era capaz de acercarme a quien una vez amé, pero ya no lo haré otra vez. Por que? No lo sabía, pero no quería creer aquel sueño, solo era uno del montón. Seguramente solo era otra fantasía estúpida. Yo tenía que concentrarme en el trabajo, y eso era todo.

Perdóname, perdóname por no ser capaz de amarte en esta vida... Tal vez, podría hacerlo en otro universo...

¿Y porque no en este?

Por que no estamos destinados. Solo somos ovejas con las cuales la vida ama jugar... Tal vez seamos almas gemelas, pero nunca estaremos destinados. 

Que dolor, nunca poder estar juntos... Nunca poder amar, nunca poder querer. Estar ligados a un futuro lleno de dolor por siempre. 

Si es que existe un universo en el que nos amemos... Prométeme que lo harás, amarás cada parte de mí. Y que nunca me dejarás, que te reencontrarás conmigo, y haremos lo que nunca pudimos en esta, y nuestras demás vidas.