En el corazón de la ciudad, hay una mafia guiada por Winny, es el rey de la noche. Con un manto de oscuridad y una reputación de ser el más peligroso, nadie se atreve a desafiarlo. Sin embargo, detrás de esa fachada de brutalidad hay un hombre vuln...
Winny respiró profundamente, el lugar donde se encontraba Prom, el tiempo era un lujo que no podía permitirse. Caminó con decisión hacia la mesa donde se encontraba su enemigo, sintiendo cómo la adrenalina corría por sus venas como un torrente indomable. Había llegado el momento de actuar, y no podía dejar que nada ni nadie lo detuviera.
-¡Prom! -llamó, su voz resonando en el silencio del lugar. Prom levantó la mirada, sorprendido, pero no sin una sombra de burla.
-¿Vaya el gran Thanawin, qué te trae por aquí? -dijo Prom, con ese tono arrogante que siempre le había caracterizado.
Sin más palabras, Winny desenfundó su arma. Cada segundo que pasaba se sentía como una eternidad, el peso del caos y la inminente confrontación amenazaban con aplastarlo. -Es fácil. He venido a quitarte del camino.
Los ojos de Prom se abrieron en sorpresa, pero rápidamente se oscurecieron con desafío. -¿Crees que puedes simplemente venir aquí y asesinarme? Tienes mucha audacia, Winny.
Las palabras del rival resonaban en el aire como un eco del peligro que se cernía sobre ellos. Winny tenía claro que no había marcha atrás; el amor por Satang, la necesidad de protegerlo, alimentaba su puño cerrado alrededor del arma.
-¡No puedes detenerme! -gritó Winny, apretando el gatillo.
El disparo retumbó en el almacén, como un trueno que desgarró el silencio. Prom solo tuvo tiempo de mirar antes de caer hacia atrás, sorprendido por el impacto mortal que había recibido. Winny sintió que la horrorosa decisión se asentaba en su pecho, una mezcla de alivio y pena mientras miraba cómo el cuerpo caía al suelo, un recordatorio palpable del camino que había elegido.
Sin detenerse, Winny salió del almacén, su mente ya en el siguiente paso. Había hecho lo inimaginable, y ahora tenía la presión de cumplir su parte con Drake. En su mente, imágenes de las sombras del crimen que había cometido lo llevaban adelante.
Luego del asesinato, guardó las pruebas suficientes y se dirigió nuevamente con Drake para demostrar que cumplió con su parte y que es hora de comenzar el trato que Winny anteriormente había ofrecido.
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Al llegar a la oficina de Drake, se detuvo frente a la puerta, respirando hondo para calmarse. Empujó la puerta y entró, encontrándose con el mismo ambiente tenso y sombrío. Drake lo miró, su expresión era una mezcla de deseo y desconfianza.
-¿Cumpliste con lo que te pedí? -preguntó Drake, su voz baja y calculadora.
Winny avanzó, su mente ardía con determinación. -Lo hice. Prom ya no es un problema.
-¿Tienes pruebas? -interrogó Drake, su mirada escudriñándolo, como si cada palabra pudiera ser una trampa.
Con un gesto, Winny sacó un pequeño dispositivo que contenía un video del encuentro. -Aquí tienes, lo grabé todo. No hay duda de mi lealtad.
