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Estaba en casa de Fernando, por lo que me ha dicho sus madres casi nunca se encuentran en casa. Llevo dos días en su casa por petición de el, por suerte mis mamás salieron por unos días y de mis hermanos no se nada desde ayer. Entonces no le debo de mentir a nadie.

Fernando dijo que tenía una sorpresa para mí, y pues solo me puse una bata de dormir que me llega más arriba de las rodillas.

Subi a su habitación y Me senté en el borde de la cama, se acercó a besar mis labios cuidadosamente. Poco a poco me quitó el vestido de dormir y quedé desnuda frente a él, tan adorable con su camisa blanca y sus pantalones negros.

Tomó un lazo y cubrió mis ojos.

-Se que te gustan las sorpresas, preparé algo para ti.

Me recostó en la cama y silencioso comenzó a jugar. Tomó una flor y comenzó a pasar los pétalos sobre mi piel desnuda despertando sensaciones nuevas y excitantes.

Con cada flor tocaba una parte diferente de mi.

-Desearía ser tan delicado como estas flores para tocarte de este modo, sin temor a cruzar el límite.

-Puedes hacerlo, tus labios son suaves, tus manos me tratan con cuidado... No temas.

-Hace un momento te lastimé... - hace rato me regaló un ramo de rosas y cuando tomé una me pincho el dedo. No es para tanto. Realmente no conocía este lado de Fernando Pero me gusta.

-Incluso las rosas pueden hacerlo, solo fue una espina que olvidaste quitar. Pero estoy bien.

Dejó las flores a un lado y se envolvió en los besos, sus movimientos eran torpes y adorables al mismo tiempo llenos de deseo y pasión.

-Siempre quise tocarte así

Tomó una flor y trazó círculos con los pétalos en uno de mis pechos hasta jugar con mi pezón.

-¿Cómo se siente?

-Bien -suspiré erizada de mi piel

La misma flor trazó un camino por mi abdomen hasta llegar a mi pparte intima donde trazó líneas e instintivamente abrí mis piernas.

Fernando dejó la flor y abrió más mis piernas, sentí la caricia de sus manos entre mis piernas y después su respiración en mi feminidad.

Un beso tan suave y tan excitante que no pude evitar gemir. Fernando comenzó a hacerlo más, era increíble cómo siendo tan suave provocaba tanto. Su lengua se movía con ritmo y me provocaba tocar su hermoso cabello.

Su mano acariciaba uno de mis pechos y presionaba suave mi pezón en manera circular, la electricidad bajaba por mi pecho y espalda hasta detrás de mis rodillas.

Ahora desnudo se deshizo de mi venda y me miró a los ojos. Miré su cuerpo y lo encontré tan excitado como el mío.

-Por favor, hazme tuya. -Susurré.

Delicadamente introdujo su miembro dentro de mi y sin apartar su mirada de mis ojos comenzó a embestirme suavemente. Le rodeé con mis piernas y le abracé sintiendo como se introducía más dentro de mi.

Volví a besar sus labios mientras me aferraba a sus brazos e interrumpía los besos con mis gemidos.

Los movimientos se volvieron más a prisa, más rítmicos, más fuertes.

Le moví de tal manera que quedó debajo y pude quedar sobre él, Fernando sostenía mis caderas y se contenía de gemir mientras yo me movía en vaivén con sentones.

Fernando se enderezó y escondió su rostro entre mis pechos aferrandose a mi con un abrazo.

-Por favor continúa - expresó con la voz más gruesa de lo normal.

Sus labios rodeaban mis pechos y succionaba mis pezones provocando un dolor satisfactorio.

Hasta que finalmente sentí como me llenaba por dentro de él y ambos nos sentíamos plenos.

Envueltos en una sábana color negro, Fernando admiraba mi rostro como yo el suyo. Hasta caer en un hermoso sueño corto antes de empezar nuestro día.

Mire por última vez a Fernando que se encuentraba muy tranquilo durmiendo, para luego salir de su casa para ir a la mia a bañarme y cambiarme, aparte tenia que hablar con mi mamás para hablar de algo importante

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Mire por última vez a Fernando que se encuentraba muy tranquilo durmiendo, para luego salir de su casa para ir a la mia a bañarme y cambiarme, aparte tenia que hablar con mi mamás para hablar de algo importante.

Ya lista salí de mi habitación y mis mamás ya me estában esperando.

- dijiste que quieras ser cantante verdad - asenti - bien, creo que lo mejor es que regreses a tu pais natal y alli creo que te ira mejor.

- ¿cuando nos iremos aproximadamente? - pregunte.

- en enero - dijo emiliana.

- ¿entonces solo me quedan cuatro meses aqui en México?

- si, Pero es lo mejor. - dijo Amelia y me abrazó, claramente le correspondi.

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