𝙎𝙪𝙥𝙚𝙧𝙣𝙖𝙩𝙪𝙧𝙖𝙡 | 𝙇𝙃.

0.4

• Espresso —Sabrina Carpenter. •

• "Now he's thinkin' 'bout me every night, oh, is it that sweet? I guess so, say you can't sleep, baby I know, that's that me espresso". •

LEWIS HAMILTON

09 de Mayo, 2021.
Barcelona.

— Sin duda fue una maravillosa carrera, estoy muy feliz tanto por el equipo como por mí, no dejamos de trabajar duro. —Respondí a la pregunta que Fox Sports había hecho.

La chica se despidió y al fin, después de un buen pero agotador día, podía irme al hotel a tener un merecido descanso.

A unos metros alejada se encontraba Angela, mi fisioterapeuta y confidente, junto con mis pertenencias mientras revisaba su celular.

— Al fin, somos libres. —Hablé captando su atención, Angela soltó una pequeña risa y asintió al mismo tiempo que empezábamos a caminar.

— Un grandioso día. —Apoyó y asentí ante su respuesta.

— Qué curioso que lo menciones. —Una voz se escuchó a uno pasos de nosotros por lo que me detuve, observando a Verstappen junto a su padre y una chica más bajita que él. —Lo aprendí de ti, no fuiste nadie en tu época de piloto.

— ¿Qué sucede? —Preguntó Angela cuando notó que me había quedado atrás.

— Espera. —Murmuré, observé como Jos alzaba la mano en dirección hacia la chica, aquel gesto me molestó, ¿cómo podía ser capaz de intentar pegarle a una mujer?

— Jamás vuelvas a ponerle una mano encima a Suki. —Advirtió Max deteniendo la mano en el aire unos segundos después la soltó y tomó la mano de la chica. —Es hora de irnos, Su.

Y observé a ambos alejarse completamente furiosos, dejando a Jos maldiciendo por lo bajo, cuando el hombre se dio cuenta de que estábamos de pie observando simplemente decidió ignorarnos y seguir con su camino.

— ¿Quién es ella? —Pregunté a Angela mientras retomábamos nuestro andar.

— ¿La rubia? —Preguntó de vuelta y asentí ante sus palabras. —No lo sé, tal vez la novia de Max. —Respondió encogiéndose de hombros.

— Deberías saberlo, sabes muchas cosas sobre todos aquí. —Me burlé ganándome una mala mirada de su parte.

— Todo lo que sé es en contra de mi voluntad, todos acuden a mí por consejos. —Explicó sintiéndose orgullosa.

— Eres chismosa, Bono me dijo que te ha visto hablar con Alice. —Comenté entre risas, abrió su boca indignada y me dio un golpe.

— ¿Y qué tiene? —Soltó, quitó la alarma del auto mientras lanzaba mis cosas adentro. —Te cuento la mayoría de esos chismes y te encantan.

— Touché. —Respondí rindiéndome mientras subía al auto. —¿Podrías investigar sobre ella con Alice?

— Por supuesto, cariño. —Guiñó uno de sus ojos y puso el auto en marcha.