Amor Inmortal

El Profesor Nuevo

—¿Qué te pasa, amiga? —me dijo Ángela. La miré y me di cuenta de que me estaba hablando.

—Perdón, Ángela, no te escuché. Perdóname,—le dije a mi amiga, que me miraba muy preocupada.

—¿Estás bien, nena? Me preocupas,—me dijo.

—Estoy bien. Es solo que no dormí mucho,—le dije, sin darle importancia.

Ya era hora de historia, y eso significaba conocer al profesor nuevo. No sé por qué estaba tan nerviosa. ¿Qué era ese sentimiento? Entramos al aula y él todavía no llegaba. Me senté en la última fila, como de costumbre, con mi amiga al lado. Después llegaron unos compañeros a hablar con mi amiga. Ángela era muy popular entre los chicos y... yo era solo "la amiga de la mas popular," nada más. Pasaban las horas y el profesor no llegaba; ya estaba harta.

—Buenos días, alumnos. ¿Cómo están? Perdón por el retraso. Siéntense y guarden silencio,—dijo una voz potente, pero a la vez calmada. Levanté la cabeza y lo vi... como si se tratara de un sueño. Era un hombre tan guapo que parecía irreal. Era alto, de espalda ancha y hombros grandes, con piernas bien firmes. Se notaban unos abdominales muy marcados, tenía ojos verdes y piel clara.

—Bien, muchachos, vamos a comenzar.