noticias inesperada

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Mientras me lavaba los dientes, la mente me daba vueltas. Recordaba la cena de la noche anterior, no tenía nada fuera de lo comun
Después de enjuagarme la boca, salí del baño y me fui a poner una camisa de khan y al salir de la abitacion encontré a Khan en la cocina, preparando algo. El aroma de café recién hecho llenaba el aire, y eso me dio un poco de consuelo. Me senté en la mesa y lo observé mientras movía la olla con destreza.

—¿Qué estás haciendo? —pregunté, intentando distraerme y al mismo tiempo disfrutar de su presencia.

—Hice un poco de avena —respondió, sonriendo—. Es ligera y fácil de digerir. Pensé que te vendría bien.

Su atención hacia mí me hizo sentir agradecida. A pesar de mis momentos de debilidad, él siempre estaba ahí, listo para cuidar de mí. Mientras él servía la avena en un tazón,

—Khan —comencé, con un tono más serio—, que piensas de tener hijos

Él dejó de moverse y se volvió hacia mí, su expresión se tornó seria, mostrando que estaba listo para escuchar.

—Dime, ¿Estas embarazada? —inquirió, su voz era suave y reconfortante.

—¿Que? no solo quiero saber tu opinión — le dije mientras tomaba avena con la cuchara

—Ah, es eso bueno.... no lo sé no, lo he pensado... Mi vida es muy complicada muy peligrosa para ser una familia. Bueno eso no quiere decir que no voy a proteger lo mio, pero no sé cómo seré de padre, mi papá se marchaba de casa muy serio y no se muy bien de esas cosas.— Me dijo, con todo o enestidad. podía sentir sus palabras que era sincera,

—Bueno, yo creo que serías un gran padre. ¿sabes? — el me miro con una expresión de asombro y ternura

Khan se quedó en silencio, asimilando lo que acababa de decirle. Pude ver cómo mi comentario lo había tomado por sorpresa, como si nunca hubiera considerado la posibilidad de que alguien pensara eso de él.

—¿De verdad piensas eso? —preguntó con una mezcla de incredulidad y ternura en su voz.

Asentí, dejando la cuchara en el cuenco de avena.

—Sí, lo creo. Tienes esa forma de ser tan protectora, y aunque a veces eres un poco duro, sé que harías lo que fuera por las personas que amas —le respondí, mirándolo directamente a los ojos.

Khan soltó un suspiro, parecía aliviado, pero también un poco abrumado.

—Nunca pensé en tener hijos, Ariel. No me veía en ese papel... hasta que tú llegaste —confesó, su voz baja pero llena de sinceridad.

Sentí un nudo en la garganta al escuchar esas palabras. Aunque nuestra relación había comenzado de una manera complicada, estaba claro que había algo más profundo entre nosotros, algo que nos estaba empujando hacia un futuro que ni siquiera habíamos imaginado.

—Bueno, no tienes que decidirlo ahora —le dije suavemente—. Solo quería saber lo que pensabas.

Khan asintió lentamente, sus ojos todavía fijos en los míos.

—Lo pensaré, Ariel. Pero si alguna vez sucede, quiero que sepas que haré todo lo posible por ser el padre que nuestra familia merece —prometió, con una determinación que hizo que mi corazón se acelerara.

Le sonreí, sintiendo una cálida sensación de esperanza crecer en mi interior. Aunque el camino por delante era incierto, saber que Khan estaba dispuesto a enfrentarlo conmigo hacía que todo pareciera más manejable.

—Gracias —le susurré, sintiendo que esas simples palabras no eran suficientes para expresar lo que realmente sentía en ese momento.
Khan se inclinó y me dio un suave beso en la frente, un gesto que sentí lleno de promesas no dichas.

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