El Encuentro De Dos Almas

"De vuelta a los recuerdos "

Me acercaba a una puerta, intentaba abrirla, pero su seguro no me lo permitía. Había alguien detrás y quería saber quién era. No sé por qué, pero necesitaba de ese alguien en mi vida. De pronto escuché su voz:

  —Mara, dulce niña mía.

  Era papá. Me alegraba mucho de oírle. Quería abrir la puerta; al parecer ya sedia, pero cuando estaba casi a punto de abrirla, a mi cabeza vinieron recuerdos muy malos de cómo hizo papá daño en la vida de mamá y en la mía.

La puerta se encontraba entreabierta; ahora trataba de cerrarla con todas mis fuerzas, pero él empujaba fuertemente. Ya no podía sostenerme más; él empujó con fuerza y yo caí.

Justo en ese momento desperté.   Vi el reloj y solo eran las 3:00 de la madrugada, habia estado bajo los efectos de una pesadilla me dolía la cabeza así que bajé las escaleras y me dirigí a la cocina, preparé una taza de café ,simplemente, él me desahogaba, pero me recordaba también a mi padre, quien siempre tomaba su taza de café para calmar tensiones ,era una semejanza entre él y yo que no podía evitar. Lo recordaba como un gran hombre y padre ,era atento a todo, pero no sé qué pasó luego, que su forma era completamente distinta ,de pronto, se volvió adicto al alcohol y solo golpeaba a mi madre hasta que un día falleció , por un lado fue bueno; ya no sufríamos más, aunque yo sí sufría por aquel hombre dulce y noble , quería que mi padre, todo atento, volviera, que no se fuera con ese hombre que lo manipulaba obligándolo a ser vil.

Quise volver al pasado, al menos a la parte buena de este. Subí al ático ,allí estaba un antiguo sillón donde mi padre solía calmarme con sus dulces historias ,lo limpié un poco y me recosté en él. Quedé profundamente dormida por instantes de minutos cuando de pronto mamá abrió la puerta del ático preguntando qué me pasaba.

Con los ojos llorosos le dije:
  
—Solo abrázame, no quiero hablar sobre ello.  Me abrazó y en instantes pude sentir el calor de su pecho que lo curaba todo.
Pronunció:

  —Es el sillón de tu padre, ¿recuerdas? ¿Por qué viniste aquí?
  No pude más y me desahogué:

—Mamá, soñé con papá.
Él volvía para hacernos más daño. No quiero que nos lastime cuando ya podemos sentirnos en paz, aunque echo de menos su parte buena; aunque no quiera, me hace mucha falta aquel padre que me calmaba con sus dulces historias.

—Tranquila, tu padre no volverá. Solo fue un mal sueño. Además, tienes mi cariño. Yo siempre estaré a tu lado. Vamos, salgamos de aquí; todos los recuerdos te hacen daño, ya no es bueno volver al pasado.  Salí con mamá de aquella habitación, pero mi alma estaba allí; pertenecía a aquel rincón. Me recosté con mamá más calmada; ella alivió cada pensamiento oscuro y pude descansar un poco. 

Amanecía ,el sol se hacía notar con su luz tenue que se colaba por la habitación de mamá ,gracias a ella pude dormir ,sus brazos llenos de cariño lo aliviaban todo ,me levanté de la cama y fui a mi habitación en busca de mi celular ,cuando por fin lo encontré lo tome y llamé a Alisha. Le dije que pasara a recogerme y en instantes estuvo al frente de mi casa.

Me despedí de mamá; todavía nerviosa le dije que si llegaba tarde era porque pasaría un rato conversando con Alisha. Encontré a Alisha afuera; nos marchábamos a la escuela pero justo cuando pasamos por la esquina, James nos esperaba en su coche.

  Dijo:
   —"Vamos chicas, suban; las llevaré a la escuela". 

En ese justo momento Alisha recibió una llamada de su madre; le pedía que fuera a casa, entonces no podría ir a la escuela con nosotros.

Ella se despidió:  

—"Mara, tengo problemas familiares. Me ausentaré hoy; discúlpame, sé que te prometí una charla".

  —Tranquila, Alisha. Te entiendo; suerte, me llamas luego.

Alisha se marchó corriendo y me quedé sola con James quien persistió: 
—Sube al auto; te llevaré, Mara.
 
—En serio, gracias; puedo ir sola. 

—No dejaría que vayas sola cuando puedo llevarte.

  Seguí dando la misma respuesta. Me daba mucha vergüenza desde lo que pasó la noche anterior; siquiera podía mirarle a la cara. Sin más, se bajó del coche, tomó mi mano y me obligó a subir a este .

Me dijo:

  —Mara, no creerás que voy a secuestrarte.

Sonreí y dije:

  —Claro que no; no estarías tan loco.

  —Puedo estarlo si quieres.

  —Lo prefiero así; gracias, no necesito ninguna locura. 

Después de esa charla, pasamos el camino completo en silencio. Llegamos a la escuela, James se bajó rápidamente del coche. No esperó ni a que abriera la puerta de este, él se me adelantó, abrió la puerta y tomó mi mano para ayudarme a bajar.

—Muchas gracias por traerme.

Me respondió de forma chistosa:

—Ha sido un gusto, aunque prefería secuestrarte.

—No bromees con eso, me asustas.

Me dijo :
—Vamos, llegaremos tarde a clases .

Nos despedimos y cada uno fue a su salón .