Birthday

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Dos meses.

Dos meses habían desde que Yeonjun se incorporó a la familia, llevaban un ambiente relajado entre todos. Yeonjun empezó a ir a la escuela y le iba bastante bien.

El dinero les alcanzaba perfectamente, una parte de las ganancias de Chan se iban en cosas del hogar o gustos personales de ellos, la otra parte se iba a los ahorros. Se podría decir que iban excelente.

Yeonjun se acostumbró rápidamente a ellos y ya se mostraba más confiado con todos los integrantes de la familia y amigos. El chico era muy apegado a Seungmin y le ayudaba en todo lo que podía.

Hace más o menos una semana, el cumpleaños de Yeonjun había pasado y le hicieron una celebración, pequeña debido al poco tiempo, pero muy especial a los ojos del chico. Ahora tenía diez años.

También celebraron el cumpleaños de Jisung y Felix. Ahora faltaban únicamente dos días para el cumpleaños de Seungmin.

Obvio tenían algo planeado.

Para meterlos en contexto, hace algunos días había sido la cita del mes para ir a ver al bebé. Yeonjun acompañó a Seungmin con la excusa de que quería ver a su hermanito.

Seungmin preguntó por el género del bebé, cinco meses ya y no salía nada, se desesperaba. Lo que no sabía es que Yeonjun le había pedido los resultados del género a Namjoon en un sobre para que nadie pudiera saberlo y que fuera una sorpresa.

Se organizaron con los chicos para mandar a hacer algo para la revelación de género que harían en conjunto con el cumpleaños de Seungmin. Únicamente entregaron el sobre a la chica del establecimiento y ella se ocuparía de poner color rosa o azul.

Al final se decidieron por un pastel, así servía también para el cumpleaños. A eso se le llama, mente de tiburón.

Y los dos días pasaron volando, ya era veintidós de septiembre. Todo estaba listo y perfectamente calculado.

Por la mañana, los chicos habían ido a casa de Han para darle un pequeño pastelito y un regalo por parte de todos. Esa no era la fiesta real, sólo era para distracción.

Ya eran aproximadamente las tres de la tarde y Seungmin estaba enojado en el cuarto, había visto reírse a Chan en el celular y cuando preguntó quién era dijo que no era nada.

¡¿Nada?!

¿Acaso lo creía tonto?

Hizo un berrinche, se fue a su cuarto, pataleo del enojo y lloró también por el coraje. Lo que no sabía es que era por su fiesta sorpresa.

Escuchó unos toques en la puerta y luego vio como Yeonjun se asomaba por esta.

—Seungmin, ¿puedes bajar? —pregunta emocionado.

—¿Pasó algo, cariño? —le pregunta y Yeonjun se siente amado, ama que lo trate de forma tan dulce.

—Sólo baja, pero necesito taparte tus ojos con esto —le muestra una venda que trae en sus manos.

Seungmin accede algo dudoso, amarra la venda sobre sus ojos y se deja guiar por Yeonjun. Este lo lleva lentamente por el pasillo y bajan las escaleras lentamente.

—Siento como si fuera a matarme —dice tenso, no le gusta el hecho de no ver nada.

—¡Oye! Eso no se dice, ¡quedaré huérfano de nuevo! —logra sacarle una risa a Seungmin.

—Haces chistes demasiado crueles.

Terminan por bajar las escaleras, Seungmin tiene los ojos aún tapados, sin imaginarse que frente a él está toda su familia y amigos con su casa decorada de una forma muy linda.

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