VIOLETA
¿Sabes esos momentos donde sientes que nada de lo que haces tiene sentido? Pues así me siento yo.
"Hola, soy Lourdes, la novia de Kiki." Esa frase se repetía en mi cabeza en bucle, pero algo en mí me decía que tenía que hablar con Kiki antes de creer las palabras de cualquier persona.
Esta semana he sido una cabrona, lo sé. El miedo me consumió y decidí no acudir a clase ni contestarle a Kiki por varios días. Para rematar, cuando llegué ocurrió lo de la tal Lourdes.
Tenía que hablar con Chiara.
CHIARA
Otra vez. Estaba pasando otra vez.
Sentí como me empezaba a faltar el aire y como mi pulso se disparaba.
–Princesa, ¿estás bien?– me preguntaba mi hermano, mostrándose preocupado, pero yo no era capaz de contestarle.
Varias lágrimas corrían por mis mejillas, mis manos temblaban y todo se nublaba a mi alrededor.
Estaba teniendo un ataque de ansiedad.
ALEX
Impotente, así me sentía.
Mi hermana estaba en el piso teniendo un ataque de ansiedad y yo no podía hacer nada para ayudarla porque no sabía realmente qué hacer.
–Kiki, ¿necesitas que llame a alguien?– preguntaba Ruslana.
–V-Vio-let-ta.
–Ruslana, quédate con ella, voy a buscar a la Wonka.
–Alex, date prisa.
Y eso hice. Corrí por los pasillos del instituto como si mi vida dependiese de ello hasta encontrarla.
–¿Alex?
VIOLETA
–¿Alex?
–No quiero saber nada de ti porque, bajo mi punto de vista, eres una basura humana, pero mi hermana te necesita y por eso he venido a buscarte.
–¿Qué le pasa a Kiki?
–Está teniendo un ataque de ansiedad y, cuando le hemos preguntado Ruslana y yo qué necesitaba, nos ha dicho que a ti.
–Llévame con ella.
Salí disparada por los pasillos con Alex hasta llegar a donde se encontraba Chiara.
–Kiki– miré hacia Ruslana, pidiéndole permiso para acercarme.
–Ve.
–Kiki, soy yo, tu Vivi. Necesito que le pongas mucha atención a mis palabras, yo solo quiero ayudarte– dije y Chiara asintió.
–Vale, ¿puedo tomarte la mano?– pregunté y Kiki susurró un suave "sí".
Cogí su mano, la puse en mi pecho y comencé a exagerar mis respiraciones para que ella las imitara, y así lo hizo.
–Lo estás haciendo muy bien, Kiki.
Después de unos pocos minutos, Chiara estaba totalmente relajada, por lo que me acerqué a ella y la rodeé con mis brazos.
–Gracias, Vivi– susurró y me abrazó ella también.
ALMUDENA
Estaba saliendo hacia el recreo hasta que alguien me abrazó por la espalda.
–Ey rubita, ¿qué tal estás, guapa?– me susurró al oído.
Luis.
–Hola, Luis. Estoy muy bien, ¿y tú?
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¿Dónde te has quedado?
De TodoAlex y Chiara son mellizos. Al cumplir sus 12 años, fueron separados. Chiara se quedó con Emma, su madre, y Alex con Josep. Ambos se reencuentran en un funeral, su padre ha muerto. Ahora, luego de 3 años sin verse, deben volver a vivir juntos.