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A la mañana siguiente, desperté en los brazos de Brad todavía

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A la mañana siguiente, desperté en los brazos de Brad todavía.

Sonreí, feliz y con mi rostro caliente al sentir como me apretaba más a su pecho, permitiéndome oler aquella colonia que usaba y olía jodidamente deliciosa y varonil.

Me quedé unos minutos más en aquella posición, sin intenciones de despertarlo, pero recordé que todavía teníamos que asistir a clase, así que me obligué a hacerlo.

Nos arreglamos –o al menos Brad, pues fue el que más se tardó–, y salimos. El plan inicial era ir cada uno a sus dormitorios, pero ya no nos daba tiempo, y el señorito perfecto no puede llegar unos cuantos minutos tarde a clases.

—¡No corras! —grité, tratando de alcanzarlo y no desmayarme en el proceso.

—No estoy corriendo, estoy caminando, tarado, ¿no ves? —exhale, alcanzándolo al fin, pero de manera torpe, pues si no estaba corriendo, entonces caminaba muy rápido, pero en serio, muy rápido.

—Siempre tan amable —dije sarcástico.

—No me hagas perder el tiempo, novato —ahora reí bufando.

—No te estoy agarrando, Brad —lo oí gruñir.

—Es tu culpa que estemos llegando tarde —estábamos entrando apenas a la institución, había algunas personas en los pasillos, pero no tantas, puesto que la mayoría ya estaban en clase.

—Hey, yo te desperté a tiempo, tú fuiste quien se tardó tanto —nuevamente, gruñó, pero esta vez detuvo sus pasos.

—¡Basta, ya vete! —gritó, quedé algo confundido en mi lugar ante la aparente molestia de Brad. Aunque se veía bastante tenso y estresado, constantemente miraba a su alrededor, ¿de verdad es tan importante para él llegar a tiempo?

Suspiré tratando de alejar la sorpresa, y reflexionando un poco.

Puede que si sea un poco mi culpa, aún sabiendo que teníamos que ir a clases y que era algo tarde, preferí estar un rato más abrazado a Brad. Solo no contaba con que este se tardaría tanto tiempo.

—Bien, me voy, Su Majestad —me incliné un poco hacia abajo, fingiendo hacer una reverencia. Lo vi observarme con el seño fruncido todavía, pero un poco menos que antes, y bufó. Yo reí— nos vemos luego, nene

Todavía lo escuché bufar cuando me di la vuelta, yo tan solo reí, puesto que un ligero sonrojo estaba en su rostro.

Caminé ahora, más tranquilo por los pasillos, a mi me daba igual llegar tarde o no, a los maestros les importaba un carajo de todas formas. Llegué hasta el aula, entré tratando de no interrumpir al profesor, quien únicamente me dedicó una mirada molesta mientras negaba. Le reste importancia hasta llegar con mi amigo.

—¿Y Bobby? —pregunté en un susurro, se me hizo extraño que no estuviera presente en la clase. Puede que sea un holgazán algunas veces, pero todavía es responsable con sus estudios.

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⏰ Última actualización: Aug 24 ⏰

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The Way I Hate U - MaxleyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora