Vagos recuerdos

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Un transporte llegó al Instituto con una chica etiquetada cómo una "amenaza". Fué llevada hacia el "otro lado" por error.

Rossie se levantó apresurada esa mañana, se le hizo tarde y debía ir a la entrada a recoger a su amiga Firia, a quién no había visto desde hace mucho. Después de avisarle a Marcus que lo vería más tarde, se acercó al encargado de traslados a preguntar sobre ella, pero no le daban respuesta, entonces decidió buscarla por su cuenta, hasta que... Se encontró con el lider de la Aristocracia quién era difícil de encontrar fuera de la Casa Señorial. Después de un minuto de silencio el líder decidió hablar.
- Que haces aquí Rossie, sabes que no puedes venir sin una petición.- le dijo el líder descaradamente y levantando la voz.
- Claro que tengo una petición. Vine por Firia que fué trasladada hoy.- aclaró Rossie irritada por la situación.
-Ohh sí... Sobre eso, fué confundida por negligencia, entonces ella se encuentra dónde, tú sabes el "otro lado".- dijo el líder tratando de calmar a Rossie quién no podía disimular su disgusto. -Acompáñame a buscarla, tú la conoces.- añadió.
Entonces de dirigieron a ese lugar al que nunca había recurrido Rossie, y a lo lejos la vió discutiendo con unos guardias. Rossie corrió hacia ella.
-¡Firia!, ¡Firia!, ¡Por fin llegaste!.- repetía.
Firia se dió cuenta y al reconocerla, también corrió hacia ella y se abrazaron después de tanto tiempo.
Todo se pudo arreglar aunque Firia estaba indignada y de malhumor. Rossie la acompañó y le enseñó su dormitorio que estaba a un lado del de ella y le dió un rápido recorrido a Firia.
-Y, ¿cómo estuvo todo eso?, lo del manicomio y esas cosas todos estos años... ¿Ayudaron en algo?.- cuestionó Firia a Rossie. -Me tuviste preocupada todos estos años...- añadió.
-Sabes Rossie, la verdad no. No ayudó en una mierda todo este tiempo y mi papá es un repugnante mentiroso, la unica parte que acepto es que mis poderes evolucionaron y... Nada más supongo.- respondió Firia haciendo que Rossie se quede sin palabras.
-Bueno, eso no importa, ¿tú cómo has estado?, ¿que pasó con tu familia?.- añadió Firia queriendo cambiar el tema.
-De mi familia prefiero no hablar. Sabes que odio ese tema. Pero, supongo que todo bien y más que has vuelto.- contestó Rossie sonriéndole a Firia cosa que ella extrañaba tanto.
Siguieron hablando hasta que Rossie le contó de Marcus ya que era el evento más reciente, sin embargo, desde que Rossie empezó a contarle sobre él Firia ya sospechaba, pero al darse cuenta que estaba tan ilusionada con él prefirió no dañar su corazón, por que le encantaba verla feliz.
Rossie acompañaba a Firia a su dormitorio ya que quería descansar por su largo viaje, y al llegar se encontraron con Marcus.
-Llegas tarde mi Rossie.- dijo Marcus dándole un beso a Rossie.
Firia sintió su vibra y se dió cuenta de que sus sospechas eran reales.
-¿Ella es tu amiga, mi Rossie?.- la cuestionó Marcus y miraba a Firia fijamente.
-Mantente alejado de mí, ¿sí?, me caerías mucho mejor si hicieras eso. No quiero nada que tenga que ver contigo.- dijo Firia fulminando a Marcus con una mirada disgustada, cosa que él odió en absoluto.
-No le hagas caso mi amor ella sólo ha tenido un mal día hoy y está incómoda.- dijo Rossie intentando explicar lo ocurrido, Marcus la tomó de la mano mientras se la llevaba a otro lugar y le decía:
-No te preocupes mi Rossie, tampoco me interesa caerle bien.- dijo Marcus de una forma arrogante, pero a ella no le importaba, por que lo amaba. Mientras ellos tenían una cita y todo mundo los veía con asombro, Firia dormía y esa noche ella tuvo una visión inolvidable que desearía nunca haber visto...

Por otro lado, la cita terminó en la habitación de Marcus, la llevó a escondidas. Obviamente la había limpiado para verse "normal", Rossie estaba fascinada por que por fin estaba en el "otro lado". De forma repentina, Marcus la tomó de la cintura y empezó a besar su cuello. Rossie se puso nerviosa pero no quiso hacer nada para molestarlo, hasta que los besos los dejaron en la cama. Rossie le dijo que no estaba lista para eso, Marcus se contuvo y la dejó dormir ahí. Se hizo el dormido hasta que ella dormía profundamente, y el no durmió toda la noche sólo para verla dormir mientras se decía para sí:
"Por fin te tengo, no falta nada para hacerte mía por completo y por fin podrás pertenecerme... Mi dulce y delicada Rossie..."

El flagelo de las orquídeasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora