Finales de primavera

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Ella se levantó con Marcus dormido aferrado a su pecho y veía los rayos del sol entrando delicadamente por la ventana. Ella lo acariciaba mientras que él se aferraba más a ella. Para Rossie parecía un sueño, nunca había sentido algo así aunque... Sólo estaba bajo un hechizo, pero se sentía tan real. Después de caricias se levantaron y Marcus la dejó en la puerta de su dormitorio y se despidieron con un beso. Rossie no paraba de recordar todo y anhelaba que pudieran repetirlo... Sin embargo Marcus estaba lo opuesto, no estaba satisfecho y quería aún más, y aunque sabía que por desesperado sus planes se arruinarían no podía ocultar sus deseos.

Alguien tocaba la puerta de Rossie y parecía desesperada, al abrirla, era Firia quién estaba furiosa por que ella se fue toda la noche con él sin avisar.
-¿¡Estúpida dónde estabas?!, sabes cómo son los de su especie. ¿Por que te has ido sin avisar?.- exclamó Firia ya que se preocupaba tanto por Rossie desde siempre y ella para intentar calmarla le dijo:
-Firia estoy bien, no me pasó nada y fue maravilloso estar con él, y no te preocupes tanto por mí ya no somos unas niñas y ni que yo fuera tu novio.- le explicó Rossie tratando de calmarla y sirviendo una taza de té para ella.
-Pero Rossie tú eres más importante que un novio... Sólo quiero que estés bien. Prométeme eso.- dijo Firia sorbiendo el té mientras Rossie le sonreía cálidamente.
-Te lo prometo Firia.- respondió Rossie y recostó su cabeza en su hombro.

Pasaban los días y la relación de Marcus y Rossie florecía, y todo iba "perfecto al plan" según Marcus. Cuándo él le contó a su amigo se quedó sin palabras: "sólo espero que esta vez no sea una obsesión o un capricho tuyo y si valores a esa pobre chica, se ve que te ama."
Era lo que le repetía, cosa que a él no le gustaba. Siempre que ha estado con alguien nunca la ha amado de verdad, siempre era sólo para un rato, por diversión y luego las olvidaba y buscaba otra presa. Se obsesionaba hasta que se volvían suyas, pero después de aburría y buscaba otra cosa... Pero con Rossie algo ha sido diferente... Tiene la necesidad de poseerla, sólo para él y para nadie más, claro que nadie podía evitarlo.
Por su parte Rossie era una tonta enamorada, le hacía regalos muy a menudo y lo llevaba con ella a cualquier lugar hasta que se volvió una rutina que ellos habían adoptado.
Él la trataba justo cómo una princesa y para Rossie estar con él era tal y cómo un sueño... Del que nunca desearía despertar.
Al paso de los meses Marcus cambiaba y Rossie lo notaba. Él no era el mismo de antes, es más, hasta parecía que se convertía en otra persona. Empezó a ser más celoso, conservador o hacía cosas que normalmente él nunca hizo y dejaban de pasar tanto tiempo juntos.

En unos días habrían las primeras semanas de luna roja del año, sólo habían tres, la de noviembre, la de diciembre y la que estaba por transcurrir: la de septiembre.
Para Marcus significa algo muy malo, algo terrible ya que él al ser un humano "sobrenatural", en esas 2 semanas de luna roja unos cuernos grotescos que brotaban de él, cosa que no le gustaba y al mismo tiempo preocupaba ya que Rossie no estaba enterada y su personalidad cambiaba "ligeramente".

La noche cayó, Marcus sabía que era el momento, y cuando el descansaba esos cuernos brotaron de él. Se despertó y estaba de muy mal humor, maldecía hasta su propia existencia, estaba tan irritado que ignoró todos los mensajes de Rossie y no se molestó en contestarle. Tenía mas de 289 mensajes y 78 llamadas perdidas tan sólo en el transcurso del día.
Por otro lado Rossie estaba tan mal que faltó en algunas clases. Ella estaba más que preocupada, aterrorizada, ella no tenía la libertad de ir a verlo así que tuvo que esperar por él.
Y pasaron los días con el desinterés de Marcus hasta qué él se dió cuenta de... Que dejó sin atención a Rossie. Todos los mensajes que Rossie le había dejado si no que, no volvió a escribir ni llamar más. Mientras corría hasta su dormitorio para hablar con ella su cabeza lo atormentaba en cada instante: "Por mi culpa todo se irá a la mierda. Debí ser más cuidadoso carajo. ¿Que le diré?,¿Que dirá?."

Cuando llegó golpeó la puerta desesperado hasta que Rossie habló quién se quedó helada del asombro. Marcus entró y azotó la puerta.
-Rossie... Puedo explicarlo...- dijo Marcus queriendo calmarla.
-M-marcus... ¿Q-que te pasó?.- le preguntó Rossie tartamudeando.
Él se acercó y la abrazo aunque Rossie difícilmente lo correspondió. Enseguida empezó a besarla sin cuidado y arañando su piel.
Ella no sabía que pasaba y tampoco sabía cómo reaccionar, nunca vió ese lado de él; ella no tenía idea.
Marcus siguió siendo agresivo... Y no fue hasta que las palabras ahogadas de Rossie por fin llegaron. Su cabeza se calmó.
-Perdóname... Creo que no es el mejor momento para vernos... Nos vemos luego Rossie.- dijo Marcus y se desapareció de la habitación. Rossie no sabía que pensar, en vez de tener uan respuesta se quedó con aún más dudas. Al investigar un poco se dió cuenta que era parte de un síntoma que seres de su especie padecían y ella lo entendió... Siempre lo hacía.

El flagelo de las orquídeasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora