Different ¦Minsung¦

Chapter 58

Narra Minho

En un momento baje la guardia y él aprovechó para matarme más manos —Han...— el menor comenzó a lamerme los pezones lo que hizo que me retorciera —A-amorcito, por favor~—, —esta es mi venganza— ¿venganza de qué? Han acerco la botella de alcohol hacia mi —¿quieres?— Preguntó —solo un poco, no quiero ponerme borracho— él me ayudo a tomar un poco, pero en realidad solo lo hice para complacerlo.

Cunado el menor se distrajo, ti escupí el alcohol que aun mantenía en mi boca —d-daleuny...?—ekome abrazó con fuerza para luego empezar a besar mi cuello.

Él se enderezó y por algunos instantes me miro fijamente —d-desatare tus m-mwnod, pero tiened qu...— él cayó a mi pecho jadeando y temblando —¿Han?— él se emborracha muy fácilmente —hawme bien, sentir... Quiero— ya ni siquiera saber lo que está diciendo.

Han desató mis manos como dijo, yo lo di vuelta quedando él debajo de mi, a diferencia de otras veces, él me miró fijamente con una linda sonrisa. Sin pensarlo más, metí mis dedos en su interior y lo oí soltar un gemido, luego de mover un rato mis dedos, los quite, él está lo suficientemente mojado que no es necesario prepararlo.

Posicione mi miembro en su trasero y luego lo introduje, esto lo hizo gemir más alto de lo normal, tome su cintura y empecé a dar embestidas fuertes —m-más!!~— él rodeo mi cuello. En eso seguí dando embestidas y empecé a dar besos por su cuello.

—Mmh~ p-por favor, m-más~!— de reojo vi que el menor se masturba a si mismo, así que detuve mis besos y con mi mano libre lo ayude a masturbarse, él ni paró de retorcerse pero aun así, no me pide que me detenga.

Sentí un pequeño cosquilleo, me acerque más al menor mientras que aumente la velocidad de mis embestidas, los gemidos también aumentaron. Al mirar a Han, lo vi completamente sudado y con una expresión muy linda.

Di las últimas embestidas hasta venirme en su interior —M-minho~— retire mi miembro y pronto mi esperma comenzó a escurrir por su trasero —q-quiero... E-ena boca...~— me puse rojo —e-es mejor que descanses, amorcito— acaricie suavemente su cabello.

—p-por favor~—no pude resistir y hable —está bien, pero después de eso tienes que descansar— él aceptó sin pensarlo dos veces. Me senté en la cama, él se acomodo entre mis piernas y sostuvo mi miembro entre sus manos mientras que no me quitaba la mirada de encima.

El menor empezó a lamer lentamente miembro —A-amorcito—acaricie nuevamente su cabello —¿mmh?~— solo se dedicó a masturbarme y lamer mi miembro, eso hizo que me retorciera, él es realmente bueno en eso, siempre me va e sentir muy bien.

—¿Puedo?—pregunté mientras ponía mano en su nuca —mmh~ di~— empecé a embestir su boca con fuera hasta que vi al menor llorando —¿amorcito?— Dije preocupado mientras que saque mi miembro de su boca —¿qué paso? — volví a preguntar, mas otra vez no respondió. Él seco sus lágrimas y volvio a meter todo mi miembro a su boca —muwy~ yico~—, siguió chupando igual que antes como si no hubiera pasado nada.

—¿yw de viwned? Qwierq du dsmen—(¿ya te vienes? Quiero tu semen) —ya casi, solo esfuérzate un poco más~— el menor al escucharme me hizo caso y empezó a chupar más rápido.

Sentí nuevamente ese cosquilleo, sin avisar o preguntar, posicione mi mano en su nuca y volví a embestir su boca hasta que por fin me vine. Saque mi miembro y lo vi tragarme mi esperma para luego sacar la lengua y mostrar que se había tomado todo.

Él se acomodo en mi regazo —ni se te ocurra, vas a descansar—, —yo no quiero desc...— cayó rendido en mi pecho. Lo tome en brazos y lo lleve al baño para ahí limpiar su cuerpo.

A la mañana siguiente

—¡M-minho!— el grito del menor me despertó. —¿qué pasó?—, —¡m-mí cuerpo está lleno de marcas, ¿qué hicimos anoche?!— al escucharlo me reí, luego acaricie una de sus mejillas —siéntate aquí— Dije señalando mi regazo —no quiero que te caigas en cuando sepas lo que paso ayer—

Él me obedeció y se sentó —ya dime, quiero saber— tome su cintura —¡oye!— exclamó, sonreí y hable —es para que no te caigas— se puso rojo y yo reí, esa expresión se me hizo muy tierna.

Un rato después

Al terminar de relatar, el menor me miró sorprendido, su cara estaba roja —¿y-yo hice eso?— él comenzó a tambalearse y antes de que se cayera lo volví a tomar de la cintura. Lo ayude a que se acomodara en mi pecho —perdón— acaricie su cabello —amorcito, no te disculpes, está bien, ya no te preocupes, ya paso, solo te pido una pequeña cosa, no vuelvas a tomar sin antes avisarme—, —está bien—

—¿y mi mamá?, ¡¿nos escuchó?!— es verdad, estamos en su casa... No sé su llego mientras dormíamos, estaba tan cansado que me dormí de inmediato —tranquilo, ella no estaba, no sé qué hiciste, pero ella se tuvo que ir— él guardó silencio por algunos instantes —eso si lo recuerdo—, —¡¿qué?!—

—cambiemos de tema por favor daleuny— quiero saber en qué momento bebió alcohol, pero si lo fuerzo a decirme no lo hará, tengo que encontrar otra forma.

—¿podemos ir a casa—, —¿eh? Sí, ¿quieres tomar una ducha primero?—, —no, vamos a casa, me siento avergonzado de estar aquí— tome al menor en brazos y salimos de la casa sin hacer mucho ruido. Al llegar al auto lo ayude a entrar y luego yo subí en la parte del conductor.

—Perdón por hacer eso, pero me sentí muy avergonzado—lo mire y acaricie su cabello —no hay problema, pero tengo una pequeña duda, ¿en que momento tomaste alcohol— creo que este es el mejor momento de preguntar —durante la cena— él no me miró pero alcance a ver su rostro totalmente enrojecido.

—eres tan lindo— dije— ¿qué? No crees q-que no es un b-buen momento— me acerque a él y le di un beso, al separarnos lo vi más rojo que antes, lo intente besar otra vez pero me evitó —vamos a casa—

En la casa

Al llegar Han se bajo rápidamente y corrió hacia la casa —¡Han!— él me ignoro. Entré y no lo vi por ni una parte así que subí a nuestra habitación, ahí lo vi recostado en la cama con una almohada cubriendo su rostro.

Me senté a su lado —¿sigues avergonzado—, —no— intente darlo vuelta para que me mirara —¡no me toques!— su tono fue como si estuviera escondiendo algo, eso me sorprendió y despertó mi curiosidad —¿qué pasa?— a la fuerza hice que se volteara.

—M-minho...— sus mejillas están completamente rojas, al mirar hacia abajo él me grito —¡n-no mires!—, —estas duro, ¿por qué? — quite sus manos qué cubrían su entre pierna.

—te ayudare—, —N-no!!!—