Katsuki, Denki y Todoroki llegaron al campamento antes de que el sol se ocultara. Caminaban por un hermoso atardecer hasta llegar a las carpas en un claro del bosque, rodeados de algunos alambres de púas. Los chicos saltaron el obstáculo y entraron a la carpa principal.
—¡Volvieron! —dijo Ochako contenta al ver a sus amigos aparecer—. ¿Encontraron algo bueno?
Los tres colocaron sus mochilas sobre la mesa y empezaron a sacar las provisiones que habían encontrado.
—Algunas latas de comida… —dijo Katsuki—. Una linterna, le faltan pilas, pero no está rota.
—Una laptop... algo rota —dejó Todoroki sobre la mesa.
—Genial… Le daré estas cosas a Hatsune cuando lleguemos. Seguro le gustarán para sus aparatos locos —sonrió Ochako, agarrando la laptop y la linterna.
—Es solo una acumuladora de basura andante —dijo Katsuki, poniendo los ojos en blanco—. No sé cómo el viejo ese la deja quedarse en el refugio.
—Mi padre piensa que es importante —Todoroki se cruzó de brazos—. Recuerda que Hatsune nos ayudó a instalar los paneles solares y a crear los ventiladores para la energía eólica. Sin ella, estaríamos a oscuras.
—Que una de sus ideas haya funcionado no significa que todas sean buenas… Casi nos electrocuta con esa idea de "celulares" que tuvo la última vez.
—Bueno, mucho bla bla bla. ¡Tengo hambre! ¿Hay algo? —se quejó Denki. Ochako soltó una risa y asintió.
—Ven, ¡Kirishima estuvo cocinando hoy!
—Genial, vamos a comer mierda hoy.
—¡Bakugou, no seas tan molesto! —lo golpeó Denki mientras pasaba refunfuñando y seguía a Uraraka.
—Vamos… Bakugou —dijo Todoroki, poniendo una mano sobre su hombro y pasándole al lado.
Todos salieron por la parte de atrás de la carpa, donde se escuchaban las risas y saludos de Kirishima y Jirou a sus compañeros. Katsuki se quedó un rato en silencio, mirando hacia abajo, donde una pulsera desgastada de cuentas verdes se ajustaba a su muñeca.
...
Izuku caminaba por los techos de su barrio al menos tres veces por semana. El aburrimiento de estar solo lo agotaba; ya llevaba un mes entero sin el grupo anterior de sobrevivientes y se sentía agobiado de estar tanto tiempo solo. Pero, aunque el agobio fuera grande, estaba decidido a seguir así. Al principio, le había gustado encontrar grupos de sobrevivientes, ser de ayuda de alguna manera y, de paso, no caer en la locura.
Se sentó en el techo de la casa en la esquina de su barrio. Aquella pequeña ciudad que antes estaba llena de vida ahora era un lugar fantasma; apenas había zombies en esa zona y ni hablar de humanos. Izuku observó un par de aves volando, miró el cielo que era cómicamente azul, sin nubes, soleado. Aunque no era verano, el sol calentaba un poco su cuerpo. Aburrido, pensó en lo que podría estar haciendo un día como hoy. Se recostó completamente sobre el techo, mirando específicamente el cielo.
Las posibilidades de lo que algún Izuku de algún universo alterno podría estar haciendo eran infinitas. Pero probablemente estaría preparándose para una fecha de examen cercana, ya estaría llegando a la mitad de su carrera de medicina, por lo cual las prácticas no tardarían en llegar. Su madre estaría contenta de lo mucho que se esforzaba en sus estudios.
Suspiró y levantó la mano para hacerse sombra sobre los ojos, porque ya lo estaba molestando el sol. Cuando la manga de su camisa se bajó por el movimiento, la pulsera con cuentas rojas se iluminó gracias al sol.

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From The Ruins - BKDK
FanfictionNadie piensa que estará vivo cuando llegue el fin del mundo. "Atención, Japón y el mundo están entrando en una crisis sanitaria. Hay un virus de origen desconocido que convierte a las personas en seres violentos con tendencias caníbales. Resguárdens...