Una historia oscura y emocionalmente cargada inspirada en 'Teacher's Pet' de Melanie Martinez. Un profesor apasionado, Akaza, mantiene una relación secreta con su alumno, Kyojuro. Mientras su esposa, Koyuki, comienza a sospechar y su hermano, Hakuji...
Hakuji estando en la computadora empezó a tener miles de ideas del porqué de la tardanza de Akaza, después de unos minutos de tanto pensar se enojó un poco, en eso que toma el teléfono y le llama a Akaza, empezó a reclamarle en un tono serio pero un poco irritado
Akaza se dió cuenta de que no supo ocultar tan bien aquel "pequeño" secreto, entró en pánico, se quedó helado, no tenía ni idea de que hacer, por lo tanto Koyuki se quedó en la sala a dormir de lo pensativa que estaba.
Akaza aún no sabía que hacer, Hakuji cada vez se enojaba más y más, el hijo de los dos sintió unas malas vibras y comenzó a llorar fuertemente, Koyuki se despertó, Akaza se llenó de cobardía y fue a esconderse al baño de el cuarto, Hakuji le seguía reclamando a Akaza, Koyuki le gritaba desde la sala para que fuera a calmar al niño, pero Akaza no soportó tanto peso y estrés, colgó el teléfono y se cambió de ropa, agarró su saco y salió de la casa dijo que iba a ir a una "reunión de maestros" aunque sea demasiado tarde era algo "demasiado importante", se salió sin más decir, se hospedó en un hotel de cinco estrellas
Después, Rengoku posteó que estaba en el antro bebiendo con unos amigos, Akaza recibió la notificación, y salió del hotel, eran las 12 de la noche pero no importaba, el iba para ver a Rengoku
Después de llegar a aquel antro rápidamente fue a buscar a Rengoku, lo jaló del brazo y se lo llevó al hotel
Rengoku estaba muy ebrio, su vista estaba nublada, Akaza le quitó la ropa y empezó a besarlo
Después de quitarse la ropa, Akaza se detuvo un momento para admirar la belleza de Kyojuro, cuyo rostro estaba relajado por el alcohol y la confianza en él. La luz tenue del motel iluminaba su piel pálida, resaltando la curva de sus labios y la forma de sus ojos. Kyojuro, aún ebrio, sonreía ligeramente, sintiendo la calidez de Akaza cerca. Su mirada se encontró con la de él, y por un momento, el mundo exterior desapareció.
Akaza se acercó, su aliento cálido en la oreja de Kyojuro, y susurró: "Eres hermoso, Kyojuro. Quiero que te sientas seguro conmigo."
La mano de Akaza recorrió suavemente la espalda de Kyojuro, trazando líneas imaginarias que hacían que su piel se estremeciera. Kyojuro se estremeció, sintiendo la electricidad de ese toque.
"Quiero que te rindas a mí", continuó Akaza, su voz baja y seductora. "Quiero que te dejes llevar por tus sentimientos."
Kyojuro asintió lentamente, su mirada perdida en la de Akaza. Su corazón latía con una intensidad que nunca había sentido antes. La habitación se sumió en un silencio expectante, solo roto por la respiración entrecortada de ambos. El tiempo parecía haberse detenido.
Akaza se acercó más, su cuerpo pegado al de Kyojuro. La calor de su piel hizo que Kyojuro se estremeciera de nuevo. Sus labios se encontraron en un beso suave, exploratorio.
Kyojuro se rindió a la sensación, dejando que Akaza guiara el ritmo. La lengua de Akaza trazó la curva de sus labios, enviando escalofríos por su espalda.
La mano de Akaza se deslizó hacia su cintura, acariciando suavemente la piel expuesta. Kyojuro jadeó, sintiendo la tensión crecer en su interior.
"Akaza...", susurró, su voz apenas audible.
"Estoy aquí", respondió Akaza, su aliento cálido en su oído. "Te tengo."
La habitación se disolvió en una niebla de sensaciones, dejando solo a los dos, perdidos en su propio mundo.
Akaza se acercó más, su cuerpo pegado al de Kyojuro. La calor de su piel hizo que Kyojuro se estremeciera de nuevo. Sus labios se encontraron en un beso suave, exploratorio.
Pero mientras se sumergía en la pasión, una vocecita en su cabeza comenzó a susurrar palabras de culpa. "Eres un padre, un esposo. ¿Cómo puedes hacer esto?"
Akaza se detuvo, su mirada perdida en la de Kyojuro. Por un momento, la habitación se desvaneció y se encontró de vuelta en su casa, viendo los ojos tristes de su esposa y el rostro inocente de su hijo.
Kyojuro, confundido, acarició su mejilla. "¿Qué pasa, Akaza?"
Akaza respiró hondo, tratando de sacudirse la culpa. "Nada, solo... perdóname."
La voz de Kyojuro fue suave. "No hay nada que perdonar. Estoy aquí contigo."
Pero la culpa persistió, como una sombra en la habitación. Akaza sabía que no podía mantener esta doble vida para siempre.
Kyojuro acarició la mejilla de Akaza, su mirada llena de preocupación. "¿Qué pasa, Akaza? ¿Te sientes culpable por estar aquí conmigo?"
Akaza suspiró, su voz baja. "Sí... No sé cómo hacer esto, Kyojuro. Tengo una familia, una esposa y un hijo..."
Kyojuro asintió lentamente. "Lo sé. Y yo también tengo mis propios demonios. Pero cuando estamos juntos, todo parece más claro."
Akaza se estremeció. "¿Qué quieres decir?"
"Quiero decir que contigo, siento que puedo ser yo mismo. Sin miedo, sin secretos. ¿No sientes lo mismo?"
Akaza vaciló antes de responder. "Sí... Pero ¿cómo podemos hacer esto? ¿Cómo podemos estar juntos sin lastimar a los demás?"
Kyojuro se acercó más. "No lo sé, Akaza. Pero sé que no puedo dejar de sentir lo que siento por ti. Y creo que tú sientes lo mismo."
Akaza asintió lentamente, su mirada perdida en la de Kyojuro. "Sí... Te amo, Kyojuro."
La habitación se sumió en un silencio expectante, solo roto por la respiración entrecortada de ambos.
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Koyuki se paseaba nerviosamente por la sala, su teléfono en la mano. Marcó un número y esperó hasta que una voz familiar respondió.
¿Qué pasa? Respondió del otro lado de la línea hakuji
Hakuji, soy Koyuki. Akaza acaba de salir y no sé a dónde fue", dijo Koyuki, su voz llena de preocupación.
Ya sabía que algo no estaba bien, Koyuki", respondió Hakuji, su tono serio. Me contaste sobre sus actitudes extrañas últimamente. ¿Qué pasó esta vez?
Dijo que era una junta importante de maestros, pero no me creo, admitió Koyuki. ¿Qué crees que está pasando, Hakuji? Dijo koyuki
No lo sé, pero voy a descubrirlo, prometió Hakuji.
La llamada terminó, y Koyuki se quedó sola en la sala, su corazón lleno de dudas y temores.
Mientras tanto, en la habitación del hotel, Akaza y Kyojuro seguían sumidos en su propio mundo, sin saber que la red de secretos y mentiras comenzaba a desenredarse.
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¡Hola! Me extrañaron? Lamento haber estado desaparecida por bastante tiempo. De verdad, perdónenme; no tengo ninguna excusa, era simplemente flojera y falta de ideas. Pero por eso les compensé con el capítulo medio "largo", el cual también lo escribí con ayuda de mi amiguita, así que también hay créditos para ella. ¡Je! Los quiero mucho, nunca lo olviden 💗💗💗
