De la desconfianza a una fiesta.- Cap. 3.

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—A ver... déjenme ver si entendí —dijo uno de los hombres a bordo del barco, dirigiéndose a Killer—. Llevamos navegando una semana con una extraña en el barco que ni siquiera se ha dignado a presentarse, ni sabemos su nombre... ¿y planeas hacerle una fiesta de bienvenida? ¡Lleva una semana encerrada en esa habitación!

—Tranquilo, Heat —respondió Killer con calma—. No puedo entrar en detalles por órdenes de Kid, pero les puedo decir que es extremadamente comprensible que esté encerrada...

—¿Qué? ¿Acaso se le murió la mamá o qué? —dijo Heat sarcásticamente, un hombre de cabello azul con cicatrices de puas por sus brazos y boca. Mientras tanto, otro hombre alto llamado Wire observaba la escena en silencio.

Kid, que estaba sentado cerca en un sillón, golpeó la mesa con fuerza, haciendo temblar los alrededores y marcando su autoridad. Todos guardaron silencio, anticipando la reacción de su capitán.

Se levantó con determinación y caminó hacia la habitación de la chica, su séquito lo seguía, ansiosos por ver qué haría su capitán, conocido por su falta de tacto.

Kid abrió la puerta de un golpe, y allí estaba _____, a medio vestir, con una camiseta y ropa interior, haciendo modificaciones a Cybun. Sin dudar, Kid entró a la habitación y cerró la puerta de golpe para evitar que los demás miraran.

—¡Vas a salir de aquí! —gritó Kid, su voz resonando en la habitación—. ¡No puedo tener a alguien que se la pase llorando! ¡No me sirve de nada una persona así en mi nave!

—Ay, Dios... —murmuró Killer en voz baja, llevándose una mano a la frente, anticipando el caos que se avecinaba.

—¡¿Y qué quieres, que me ría?! —gritó ______, sin importarle su estado de vestimenta. Estaba visiblemente alterada, con la camiseta apenas cubriendo su torso y los pantalones todavía en sus manos—. ¡Además, golpea la puerta o al menos déjame vestirme, idiota! —continuó, su voz llena de indignación y rabia.

Desde afuera, los demás tripulantes del barco escuchaban atónitos. No podían creer que alguien osara levantarle la voz y discutir de esa manera con su capitán.

—¡Es mi barco, y entro cuando me da la gana! —se defendió Kid con firmeza, su rostro una mezcla de frustración y desafío—. ¡Y si vas a estar con nosotros, demuestra que vales la pena!

Kid estaba visiblemente perturbado. Había visto en ______ una mujer fuerte, independiente, ruda, decidida e inteligente, pero ahora estaba rota, un reflejo quebrado de lo que alguna vez fue. Aunque comprendía su dolor, para él no había lugar para lamentos prolongados en el camino que habían elegido. La vida no esperaba a nadie, y mucho menos en el mundo en el que ellos vivían.

—¿Entonces tengo que aceptarlo así, sin más? —respondió ______ con una mezcla de furia y desafío—. ¡Yo sé que valgo la pena, y tú también lo sabes!

—¡Pues demuéstralo, idiota! —le espetó Kid, acercándose más a ella, con su presencia intimidante —. ¡Porque ahora mismo sólo pareces una llorona buena para nada!

Para Kid, esta confrontación no era solo una cuestión de autoridad; necesitaba reafirmar que sus decisiones eran incuestionables, especialmente cuando toda su tripulación estaba observando. Traer a alguien nuevo a bordo ya era una decisión polémica, y que esa persona mostrara debilidad solo ponía en duda su juicio.

—¡Lo demuestro ahora si quieres, pedazo de imbécil colorado! —gritó ______ mientras se ponía furiosamente los pantalones cortos.

Afuera, Wire y Heat apenas contenían la risa ante el comentario de _____ sobre el cabello de Kid, sus hombros sacudiéndose mientras intentaban no estallar.

Fiera Roja. (Tú x Eustass Kid)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora