Alguien inalcanzable

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—¡¿Así que la máquina del tiempo está terminada?! —exclamó Taiju con un grito que resonó en todo el laboratorio, haciendo que Senku se llevara una mano al oído.

—Solo los planos.

—Y tan solo nos llevó un millón de pequeños experimentos uno a uno —agregó Suika a la aclaración de Senku—. ¡Llegar a este punto no ha sido fácil, te lo aseguro!

—¡Sip! Y todo lo que nos queda es conseguir los materiales, como el combustible y lo demás —dijo Chrome con entusiasmo—. Hará que toda la humanidad tenga que realizar un graaan esfuerzo, ¡pero ya tenemos el camino!

— Eso me gustaría pensar...

El comentario dubitativo de Xeno pasó desapercibido entre el bullicio derramado por los jóvenes científicos, quienes continuaron mostrando orgullosos el fruto de sus desvelos a Taiju. Por otro lado, Senku reanudó la tarea de realizar los últimos ajustes a los planos.

Una semana atrás, Xeno y compañía habían regresado de su viaje a Estados Unidos, trayendo consigo la aceptación de sus colegas para el proyecto de la Máquina del Tiempo. Esa misma tarde tendrían una videollamada para presentar la propuesta por lo que, como llevaba haciéndolo esos días, tomó a Whyman para considerar su opinión.

Gen no tardó en devolvérselo, prácticamente del avión fue directo a su laboratorio para entregarlo alegando que necesitaba descansar por unos días de ser niñera. No ofreció ninguna otra explicación ni reportó los acontecimientos durante su estadía. Ni siquiera le habló del incidente de Xeno intentando petrificar al auditorio, del cual se enteró por Tsukasa.

A Senku no dejaba de resultarle extraño cada vez que Gen marcaba distancia de esa forma, porque sí, no era la primera vez que ocurría. Específicamente, fue durante su viaje por el mundo para recolectar materiales que comenzó a notar que cada cierto tiempo el mentalista lo dejaba de frecuentar y participaba lo mínimo en las reuniones. Luego, tras unos días de aislamiento, regresaba a la normalidad como si nada hubiera pasado. Senku lo interpretó como que, incluso siendo un mentalista, se cansaba de socializar y necesitaba un tiempo a solas.

Él lo vivía con frecuencia, por ello no lo cuestionaba. Antes de la petrificación sólo se relacionaba con Taiju, Yuzuriha y su padre, por lo que tenía más oportunidad de "recargar energías". Pero después de 3700 años, se vio en la necesidad de interactuar con toda una aldea para comenzar el Reino Científico, sumándose cada vez más personas hasta volverse una comunidad considerable.

Nunca lo negó, Gen fue de gran ayuda para lidiar con su talón de Aquiles. Apreciaba su capacidad para leer a las personas y manipularlas cuando era requerido, ya que a él le resultaban complejas incluso las conversaciones más básicas que no involucran términos científicos. O, como Gen le decía, solía ser impulsivo para "ahorrar tiempo" mientras que él planeaba estratégicamente su palabrería. Era como si hubiese nacido para lidiar con líderes, negociar acuerdos y manejar tensiones, promoviendo así la paz mientras Senku se concentraba en su pasión: la ciencia.

De pronto, se preguntó si sería buena idea ser quien se acercara por primera vez para preguntarle cómo estaba, pero el simple hecho de planteárselo le pareció raro. ¿Desde cuando se interesaba en el estado de ánimo de sus colegas? Quizás lo interpretó mal; tal vez lo que quería era regresar a la relación habitual para poder hablarle sobre sus planes respecto a la máquina del tiempo...

—¡Parece que es una fiesta por la victoria! —exclamó Yo de repente, forzando a Senku a salir de su cabeza y taparse el oído una vez más.

—¡Ja! Es hora de una celebración rápida —añadió Kohaku para explicar el por qué del repentino escándalo que trajeron consigo varios de sus compañeros.

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⏰ Última actualización: Aug 26 ⏰

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