❛❛PLASMA❜❜ - [LixJin/HyunLix] ✔️ [EN CORRECCIÓN]

013 | Lᴜᴢ Dᴇ Lᴜɴᴀ

El sol de la mañana se filtraba tímidamente por las rendijas de la persiana, dibujando sombras alargadas en la habitación del hospital. Félix se acomodó en la silla junto a la cama, observando el rostro sereno de Hyunjin, quien dormía profundamente. La quimioterapia había dejado su huella, palideciendo su piel y acentuando la fragilidad de su cuerpo.

Una suave campanilla interrumpió la tranquilidad de la habitación. La enfermera encargada del cuidado de Hyunjin entró, su expresión seria contrastando con la calma del ambiente. Se acercó a Félix y, con voz suave pero firme, comenzó a hablar. -Señor Lee, necesito hablar con usted en privado. Siéntase libre de acompañarme al pasillo.

Félix se levantó de un salto, su corazón latiendo con fuerza. Intuía que la noticia que iba a recibir no sería buena. Lo siguieron hasta el final del pasillo, donde encontraron una pequeña sala de espera. La enfermera cerró la puerta detrás de ellos y se sentó frente a Félix.

—Los últimos resultados de Hyunjin no son los que esperábamos. —Comenzó, sin rodeos—. Tiene un 27% de probabilidades de vivir seis meses y, lamentablemente, las posibilidades de que sobreviva un año son prácticamente nulas.

Las palabras de la enfermera resonaron en los oídos de Félix como un eco lejano. Un nudo se formó en su garganta, impidiéndole hablar. La noticia lo golpeó con una fuerza inusitada, sacudiendo sus cimientos emocionales.
—Lo siento mucho, señor Lee. Sé que esto es muy difícil de aceptar. —La enfermera posó una mano sobre la suya, transmitiéndole una calidez reconfortante.

Félix apartó la mirada, incapaz de sostener la suya. Una ola de tristeza lo invadió, pero al mismo tiempo, sintió una ira contenida hacia el destino, hacia la crueldad de la enfermedad.

—No quiero que le diga nada a Hyunjin. —Su voz salió ronca, apenas un susurro—. Quiero que disfrute de lo que le queda de vida sin tener que preocuparse por esto.

La enfermera asintió con comprensión. —Entiendo perfectamente su decisión. Haré todo lo posible para que Hyunjin se sienta cómodo y cuidado.

Se entabló un silencio incómodo, roto solo por el sonido de las máquinas que monitoreaban las constantes vitales de los pacientes. Félix se preguntaba cómo podría seguir adelante con su vida sabiendo que el tiempo que le quedaba con Hyunjin era limitado. —La quimioterapia ha sido muy dura para él. —Comentó la enfermera, cambiando de tema—. Pero Hyunjin es un joven fuerte y valiente. Ha enfrentado esta enfermedad con una entereza admirable.

Félix sonrió amargamente. Hyunjin siempre había sido así, un luchador nato. Pero incluso los luchadores más fuertes tienen sus límites.
—Sé que es difícil, pero trate de disfrutar de cada momento que pase con él. —La enfermera continuó—. Cree recuerdos felices, hágalo sentir amado y apoyado.

Félix asintió con la cabeza, sintiendo un nudo en la garganta. Sabía que la enfermera tenía razón. Tenía que aprovechar al máximo el tiempo que le quedaba con Hyunjin. —Gracias por todo lo que hacen por él. —Dijo, su voz temblorosa.

La enfermera le devolvió una sonrisa reconfortante. —Es un placer cuidarlo.
— Al salir de la sala de espera, Félix se dirigió a la habitación de Hyunjin con el corazón pesado. Sabía que su vida había cambiado para siempre, pero también sabía que tenía una misión: hacer que los días que le quedaban a Hyunjin fueran los mejores de su vida.

Los rayos del sol de la tarde bañaban la habitación del hospital, creando un ambiente cálido y acogedor. Hyunjin abrió lentamente los ojos, sintiendo un leve dolor de cabeza y una sensación de debilidad en todo el cuerpo. A su alrededor, reconocía los muebles familiares de la habitación. —¿Félix? —Su voz salió débil, apenas un susurro.

Al escuchar su nombre, Félix se levantó de la silla donde había estado dormido y se acercó a la cama. Sus ojos se llenaron de lágrimas al ver a Hyunjin despierto.
—Hyunjin, estás despierto —Habló, tomando su mano entre las suyas.

Hyunjin esbozó una pequeña sonrisa. —¿Cuánto tiempo he estado dormido?

—Un par de horas. —Respondió Félix, tratando de mantener la voz firme. La quimioterapia había sido más dura de lo que esperaba, pero había sobrevivido.
—¿Cómo te sientes? —preguntó Félix, preocupado.

—Un poco débil, pero bien. —Respondió Hyunjin, forzando una sonrisa—. ¿Qué hora es?

Félix dudó un momento antes de responder. —Son las... —Suspiró—. Cuatro y media de la tarde.

Hyunjin frunció el ceño. Había perdido la noción del tiempo. Hyunjin lo miró con comprensión. Sabía que Félix había estado a su lado durante todo este tiempo, cuidándolo y apoyándolo. —Gracias por estar aquí. —Dijo, apretando la mano de Félix.

En ese momento, la puerta de la habitación se abrió y entró la enfermera —Hyunjin, ¡qué bueno verte despierto! -exclamó.

Hyunjin le dirigió una sonrisa débil. La enfermera le tomó la temperatura y le revisó la presión arterial.
—Todo parece estar bien. —Dijo finalmente —. Puedes pedir algo de comer si tienes hambre.

Hyunjin asintió con la cabeza. Tenía mucha hambre. Félix se quedó a su lado, observándolo mientras comía. La vida volvía a la normalidad, aunque de una forma muy diferente. Sabían que el camino que les esperaba sería largo y difícil, pero estaban dispuestos a enfrentarlo juntos.

¿Ustedes no tienen ganas como
De quedar completamente sin
Estabilidad emocional con otro
Fanfic de estos dos? Porque
Yo si :D