❛❛PLASMA❜❜ - [LixJin/HyunLix] ✔️ [EN CORRECCIÓN]

012 | Bʟᴜᴇs Dᴇ Mᴀʀ

Un silencio sepulcral reinaba en la habitación, interrumpido solo por el débil sonido de la respiración agitada de Hyunjin. La madrugada se colaba por las rendijas de las cortinas, pintando de gris la pequeña habitación. Hyunjin se despertó sobresaltado, un escalofrío recorriendo su cuerpo de pies a cabeza. El frío, tan familiar ahora, se había adueñado de él, intensificando la sensación de vacío que lo acompañaba desde hacía tiempo.

Envuelto en una manta gastada, Hyunjin forcejeó para incorporarse. Su cuerpo, debilitado por la enfermedad, le obedecía con lentitud. Al intentar respirar hondo, un dolor agudo se apoderó de su pecho, haciéndolo gemir. Los recuerdos de días más felices, cuando la vida parecía un largo camino por recorrer, se entrelazaron con la cruda realidad del presente.

Cada respiración era un esfuerzo, un recordatorio constante de la enfermedad que lo consumía. Hyunjin intentó incorporarse, pero su cuerpo, débil y frágil, se negó a obedecer. Cerró los ojos con fuerza, tratando de ignorar el dolor que se extendía por su pecho.

¿Por qué tengo que sufrir tanto? pensó, su voz interior llena de amargura. ¿Qué hice para merecer esto? Los recuerdos de una vida pasada a toda velocidad por su mente: risas compartidas, sueños juveniles, promesas de un futuro juntos. Ahora, todo parecía tan lejano, tan irreal. El miedo se apoderó de él, un miedo profundo y oscuro que lo paralizaba.

Los ojos de Hyunjin se posaron en Félix, quien dormía plácidamente a su lado. Su rostro sereno contrastaba con la tormenta interior de Hyunjin. Con voz temblorosa, llamó a su nombre. — F-Félix...— Félix abrió los ojos lentamente, sus orbes oscuros llenos de preocupación al ver el sufrimiento de Hyunjin.

—Hyunjin, ¿qué ocurre?— preguntó Félix, acercándose a él y envolviéndolo en un abrazo cálido.

Hyunjin se aferró a Félix con todas sus fuerzas, buscando refugio en su amor. —T-Tengo tanto frío, F-Félix— susurró.

Félix acarició suavemente su cabello, tratando de transmitirle toda la calma que pudiera. —Shhh, estoy aquí contigo– respondió, su voz suave como una caricia. —No tienes nada que temer.

—Pero... ¿por qué sigo aquí? ¿Por qué el frío no me lleva?— preguntó Hyunjin, su voz llena de desesperanza.

Félix se quedó en silencio por un momento, buscando las palabras adecuadas. —Porque te necesito aquí, Hyunjin. Porque mi vida no tiene sentido sin ti. Y porque todavía tenemos mucho por vivir juntos.

Una lágrima solitaria escapó de los ojos de Hyunjin. Félix besó suavemente su frente. Hyunjin se aferró a Félix con todas sus fuerzas, buscando refugio en su calor. —Tengo miedo, Félix— confesó, su voz temblorosa. —M-Miedo de perderte, miedo de... de lo que pueda pasar.

Félix apretó su abrazo. —No me perderás, Hyunjin. Y pase lo que pase, estaremos juntos.

Hyunjin se apartó ligeramente para poder mirarlo a los ojos. —P-Pero yo soy una carga para ti. Te hago sufrir.

Félix negó con la cabeza, su expresión firme. — Nunca digas eso. Tú eres lo más importante para mí. Eres la razón por la que me levanto cada mañana.

Hyunjin sintió una punzada de dolor en el corazón. ¿Cómo podía ser tan egoísta? Félix se merecía una vida mejor, una vida sin enfermedades, sin preocupaciones. —No quiero que sufras p-por mi culpa— dijo.

Félix se acercó y depositó un beso en sus labios. —No estoy sufriendo, Hyunjin. Estoy contigo, y eso es todo lo que importa.

En ese momento, Hyunjin se sintió abrumado por una ola de emociones contradictorias: amor, miedo, culpa, esperanza. Se dio cuenta de lo afortunado que era de tener a alguien como Félix a su lado.

Hyunjin se volvió hacia Félix y lo miró a los ojos. —Eres mi hogar, Félix— dijo, su voz llena de sinceridad. —El lugar al que s-siempre quiero volver.

Félix sonrió, sus ojos brillando de emoción. —Y tú eres el mío, Hyunjin. Mi refugio, mi alegría.

Hyunjin se acercó un poco más a Félix y lo besó en la mejilla. —G-Gracias por estar siempre a mi lado— susurró.

Félix tomó la mano de Hyunjin y la apretó con fuerza. —Siempre estaré aquí para ti — prometió.

En ese momento, sin necesidad de decir un "te amo", ambos sabían lo que significaban el uno para el otro. Sus miradas se cruzaron, y en ellas se reflejaba un amor profundo y sincero, un amor que iba más allá de las palabras.

Hyunjin cerró los ojos y se dejó llevar por la sensación de paz que lo envolvía. Sabía que el camino que les esperaba sería difícil, pero también sabía que no lo enfrentaría solo. Tenía a Félix, y eso era todo lo que necesitaba. En ese momento, la habitación se llenó de un amor tan intenso que parecía capaz de disipar cualquier oscuridad. Hyunjin se sintió seguro y protegido en los brazos de Félix, y por un instante, olvidó el dolor y el miedo.